Algunos estadounidenses realizan en secreto varios trabajos a distancia para aumentar sus ingresos. A pesar de tener el doble de reuniones, obligaciones y compañeros de trabajo, muchos han conseguido salirse con la suya sin ser detectados.
Evitar la detección puede tener grandes recompensas. En los últimos meses, Business Insider ha hablado con varias personas que han ganado hasta 460.000 euros anuales trabajando en dos o tres empleos a distancia simultáneamente. Han utilizado el dinero extra para pagar sus hipotecas, ahorrar para la educación universitaria de sus hijos, planificar una jubilación anticipada y tomarse vacaciones caras.
Conseguirlo no es fácil, así que los «sobreempleados» parecen ser una pequeña parte de la población activa estadounidense. Los malabarismos laborales también conllevan algunos riesgos. Aunque trabajar en varios empleos a la vez puede no infringir las leyes federales o estatales, puede incumplir algunos contratos de trabajo y ser motivo de despido si el trabajador es descubierto.
Business Insider ha preguntado a cuatro antiguos y actuales trabajadores sobreempleados cómo lo han conseguido. Hablaron con la condición de que se utilizaran seudónimos por temor a repercusiones profesionales, pero BI ha verificado sus identidades y sus ingresos.
Sé bueno, no excelente, en todos tus trabajos
Justin, un ingeniero informático de unos 50 años, ganó más de 300.000 euros en 2.022 trabajando en secreto en tres empleos a tiempo completo como ingeniero informático a distancia. Dice que los ingresos extra le han ayudado a pagar deudas, sacar el máximo partido a su 401(k) y allanar el camino para su sueño de jubilarse a los 65 años.
En los últimos años, Justin ha aprendido todas las excusas posibles para faltar a reuniones, no encender la cámara del ordenador y no estar disponible para tareas adicionales. Pero su mejor consejo para los malabaristas del trabajo es ser bueno, pero no genial, en todas tus funciones.
Es importante ser bueno en tu trabajo para que tus jefes no sospechen nada, dice. Para algunos trabajadores, esto puede significar centrarse en solo dos trabajos en lugar de tres. Sin embargo, es importante no ser «genial» en un trabajo para evitar las responsabilidades adicionales que podrían venir con un ascenso, dice Justin. Y añade que esto también hizo que sus jefes esperaran menos de él y no le abrumaran con trabajo.
Justin cuenta que lo más cerca que estuvo de que le pillaran fue cuando se olvidó de salir de una reunión de Google en un trabajo y atendió rápidamente una llamada relacionada con otro trabajo.
«Mi director volvió a la reunión de Google cuando terminaba la llamada de mi otro trabajo», explica por correo electrónico. «Pudo oír toda mi reunión, pero nunca me preguntó nada. Fue un error tonto que no he vuelto a repetir».
No hagas doble agenda y apóyate en un amigo de confianza
Joseph, ingeniero de redes de unos 40 años, ganó 350.000 euros en 2.022 trabajando en secreto en tres empleos a distancia. Dice que los ingresos extra le permitieron pagar los 118.000 euros restantes de su hipoteca y que espera poder enviar algún día a sus hijos a la universidad sin deudas.
Aunque Joseph fue despedido de dos de sus empleos el año pasado y actualmente no está sobreempleado, afirma que sus malabarismos laborales nunca salieron a la luz.
Para evitar sospechas, Joseph afirma que la clave era gestionar sus calendarios laborales. En el calendario digital de su primer trabajo, añadía las reuniones u obligaciones que tenía para los otros dos empleos, etiquetándolas como «privadas» para que nadie pudiera ver las descripciones. Esto le ayudaba a evitar la doble reserva y evitaba que le molestaran durante esos periodos.
«Necesitaba a alguien de dentro que entendiera que podía faltar a alguna reunión», explica por correo electrónico.
Joseph cuenta que lo más cerca que estuvo de que le pillaran fue cuando uno de sus jefes le preguntó si podía viajar para un proyecto.
«Le dije que tenía obligaciones familiares y no podía viajar», explica.
Comprueba la política de tu empresa en materia de sobreempleo
Su primer consejo para los malabaristas del trabajo a los que les preocupa que les pillen: comprobad si vuestras empresas tienen políticas explícitas contra el pluriempleo.
William dice que sus dos empleadores permitían a los trabajadores tener varios empleos siempre que cumplieran las expectativas y no hubiera conflictos de intereses directos, como trabajar para un competidor. Pero seguía manteniendo su pluriempleo en secreto.
«Era más una situación de ‘si no preguntan, no cuentes’, ya que se suponía que no afectaría a tu función principal», explica por correo electrónico.
William afirma que es más fácil compaginar varios trabajos cuando una persona tiene más control sobre sus responsabilidades y horarios diarios. Dice que lo más cerca que estuvo de que le pillaran fue cuando uno de sus jefes le pidió que añadiera la empresa a su perfil de LinkedIn.
Para evitar incluir sus empleos simultáneos en LinkedIn, William decidió hibernar —o desactivar temporalmente— su cuenta de LinkedIn.
Si eres productivo en tu trabajo, puede que tus jefes hagan la vista gorda
John, un profesional de TI millennial de California, iba camino a ganar más de 275.000 euros en 2.022 en dos trabajos a distancia. Dice que ha podido ahorrar más de 137.000 euros desde que empezó a estar sobreempleado hace unos años y que espera utilizar esos fondos para comprar una casa algún día.
John dice que la mejor manera de evitar sospechas es ser muy productivo en ambos trabajos, lo que, según él, se reducía a una combinación de suerte, práctica y habilidad. Dice que solo trabajaba unas 40 horas a la semana y que las habilidades que aprendía en un trabajo a veces le ayudaban a ser más productivo en el otro.
«Fue una llamada breve, pero fue suficiente para que mi jefe me preguntara por ella», cuenta por correo electrónico. «Solo dije que era un cliente».
A pesar de sus esfuerzos por evitar sospechas, John dice que pensó que alguno de sus jefes podría sospechar que estaba haciendo doblete. Pero mientras siga siendo productivo, confía en que esta sospecha no se convierta en un problema.
«O prefiere no mencionarlo o simplemente no le importa, siempre que haga mi trabajo», dice John refiriéndose a su jefe.