El reto de hoy: identificar si estás empujando tu proyecto hacia el lugar correcto.

Oye, que te dije en un artículo anterior que te iba a contar lo que pasa en el negocio de Damiano para que veas claramente los errores al tratar de optimizar un proyecto, pero…

He caído en la cuenta de que el error nº1 precisamente es no saber el objetivo de optimizar

A ver, haciendo un poco de memoria de la definición que te di:

Optimizar significa encontrar qué hay en tu negocio que te está impidiendo evolucionar y repararlo.

Pero, claro…

Si te confundes decidiendo HACIA DÓNDE evolucionar o QUÉ hay que reparar, pues ya va mal la cosa.

Venga, que se viene ejercicio interesante, ¿tienes café?

Cuando un emprendedor no sabe gestionar un negocio por norma general pone el foco en lugares equivocados.

«Quiero conseguir más clientes»
«Quiero conseguir más seguidores»
«Quiero conseguir más ingresos»
«Quiero conseguir más…. »

Y es normal, porque estás empezando y nadie te ha enseñado.

Pero no te puedes acomodar permanentemente en el «no sé y como no sé voy dando tumbos a ver si suena la flauta por casualidad»

Quizás crees que esos negocios que admiras por su éxito, y a los que tratas de alcanzar, son una balsa de aceite en la que todo fluye como la seda.

ay!

Ni imaginas lo que encontrarías si pudieras rascar un poquito en sus tripas.

Porque yo sí lo sé.

Por mis manos han pasado cientos de negocios. De distintos nichos. Offline. Online. Grandes. Pequeños. Sin equipo. Con equipo. Muy conocidos. Medianamente conocidos. Y desconocidos.

Y muchos de los que se perciben externamente como marcas de éxito, sufrían una auténtica hemorragia con problemas como…

 Rentabilidad escasa o incluso en negativo.
 Picos de trabajo constantes.
 Mucho estrés. Demasiado.
 Mal rollo interno.
 Equipo que se quema, se marcha y hay que volver a empezar.
 Marrones con los clientes.
 Productos / servicios de los que el propio CEO se avergüenza.
…

Y muchas veces esto ha sido consecuencia de poner el foco y pisar el acelerador con el objetivo equivocado.

Visto así, él «éxito» no merece la pena a cualquier precio, ¿verdad?

El éxito externo vs interno.

Seguro que te suena el gráfico del iceberg

Lo que se suele entender como éxito son cosas como:

• Muchas ventas.
• Un montón de clientes.
• Fama.
• Autoridad.
• Reconocimiento público.
• Gran audiencia en redes.
• Influencia.
• Premios.

Y sin embargo, lo que tus tripas reconocen como éxito son otras cosas como:

• Mantenerte fiel a tus principios.
• Tener tiempo libre.
• Sentir mucho orgullo de lo que tu marca crea.
• Rodearte de colaboradores y clientes a los que admiras y aprecias (¡y que sea mutuo!).
• Crecer como profesional.
• Superar los baches manteniendo tu integridad.
• Desconectar 100% del trabajo todos los fines de semana. Sin culpas. Sin que nada se caiga.
• Que no te pesen los lunes.
• Ni los martes. Ni los miércoles. Ni los jueves. Ni los viernes.
• Mantener intacto el hambre de seguir aprendiendo y disfrutar del proceso.

Ves por dónde voy, ¿sí?

Esto significa «optimizar» en Caos Cero.

Ok, pues el objetivo de optimizar del modo en que lo vemos en Caos Cero, es un equilibrio de ese éxito externo y de lo que tus tripas quieren

Cuando optimizamos un negocio no podemos centrarnos SOLAMENTE en que haga más pasta.

Pero tampoco podemos girar la cabeza a otro lado porque el dinero nos parezca un objetivo demasiado trivial.

Hay que afinar estas 3 palancas: Calidad, Tiempo y Dinero.

Y si no lo haces así, no funciona.

Ok, creo que ya tienes las bases para saber qué y cómo optimizar para mejorar los resultados de tu negocio.

Un abrazo de Laura Ruiz