Ali Abdaal nunca se propuso ser un creador de contenidos a tiempo completo, pero después de dejar su trabajo como médico por su negocio de productividad en YouTube ha ganado 4,6 millones de dólares, más de 4 millones de euros al cambio actual.
Abdaal comenzó su canal en 2017, mientras estudiaba medicina en la Universidad de Cambridge. Tras graduarse, continuó trabajando allí durante las noches y los fines de semana durante dos años, junto con su trabajo a tiempo completo como médico junior en el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido con un salario de unos 44.000 euros al año.
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En agosto de 2020, Abdaal decidió iniciar un año sabático pidiendo una excedencia, como hacen muchos médicos del Reino Unido tras finalizar su período como médico interno residente. Tenía la intención de dar un paso atrás en su canal de YouTube y viajar por el mundo durante ese tiempo.
«Luego ocurrió la pandemia y acabé dedicándome a tiempo completo a la creación de contenido», explica.
Con sus planes de viaje temporalmente aparcados, Adbaal se dedicó de lleno a su canal de YouTube, que en aquel momento contaba con algo menos de 900.000 suscriptores y ahora tiene 2,3 millones.
«Una vez probé la libertad de emprender, por mucho que disfrutara de la medicina y aún lo haga, no es tan divertido como hacer tus propias cosas», comenta a Business Insider.
Cuando decidió apostarlo todo al canal de YouTube, Abdaal ya contaba con 3 empleados a tiempo completo. A pesar de su autodenominada aversión al riesgo, cuenta que contratar a su primer empleado a tiempo completo —un responsable de contenido— en 2019 fue la mejor decisión que tomó para su carrera de creador. «Fue un punto de inflexión en el negocio», señala.
«La producción extra que el negocio consiguió al tener una persona más disparó el crecimiento y los ingresos».
Hasta la fecha, el canal de Abdaal ha acumulado más de 150 millones de visitas. Desde el primer día, se propuso ganar dinero con su canal de YouTube. Cuando empezó a hacer vídeos mientras iba a la universidad tenía un negocio paralelo en el que enseñaba a la gente a entrar en la facultad de medicina. «El canal de YouTube comenzó como un motor de marketing de contenidos para ese negocio», apunta.
Su vídeo más popular es ‘Cómo quedé primero en la Universidad de Cambridge’ en el que explica una técnica de memorización de ensayos.
Poco a poco, empezó a diversificarse hacia otros tipos de contenidos, como el desarrollo personal en general, las reviews de productos tecnológicos y el mundo del emprendimiento. Otro de los vídeos con mejores resultados es uno de abril de este año en el que Abdaal explica las fuentes de ingresos pasivos que utiliza para ganar 27.000 dólares a la semana.
La mayor fuente de ingresos de Abdaal es su curso online, la academia «Part-Time YouTuber«, que le reportó 2,4 millones de dólares en 2021. Los precios del curso, en los que enseña a los interesados a dirigir un canal de YouTube con éxito, parten de los 1.495 dólares, algo más de 1.300 euros. Dirige grupos de hasta 400 alumnos un par de veces al año.
Al igual que muchos creadores, los ingresos que obtiene de AdSense, el programa de publicidad de YouTube, son una de sus fuentes de ingresos más pequeñas: hasta la fecha le han reportado 360.000 dólares este año, unos 320.000 euros. También obtuvo cerca de 715.000 euros por cursos en la plataforma de aprendizaje Skillshare, y dinero de marcas y patrocinadores, y de enlaces de marketing de afiliación.
En total, Abdaal prevé que su negocio facturará unos 4,1 millones de euros a finales de 2021.
«Los creadores tienden a pensar que YouTube es su única fuente de monetización», explica Abdaal. «Pero en cuanto empiezas a reflexionar en ello más como un negocio en términos de diversificación, te das cuenta de que en realidad hay un montón de otras fuentes potenciales de ingresos».
Abdaal confiesa a Business Insider que pensaba en su canal de YouTube como la parte superior del embudo de marketing. El contenido gratuito que publica en la plataforma atrae a clientes potenciales, que pueden inscribirse en su newsletter o comprar uno de sus cursos. «Es entonces cuando realmente puedes empezar a monetizar esas partes de tu audiencia de manera más eficaz».
Lejos de los micrófonos, Abdaal dirige el negocio como se hace en cualquier otra empresa de comunicación. Su equipo ha crecido hasta las 19 personas, entre redactores y editores, y recientemente ha alquilado un espacio de trabajo en Londres, lo le que supone unos gastos fijos de funcionamiento de 1,7 millones de dólares al año.
Sin embargo, a diferencia de un medio de comunicación, la salud del negocio de Abdaal está intrínsecamente ligada a él. Si su contenido en YouTube no funciona, eso repercute en el resto del negocio. «Un negocio tradicional es como una pirámide, con la persona en la cima y la gente en la base», ha asegurado.
«Mientras que con un negocio de creadores, es una pirámide invertida en la que todo descansa en el individuo».
Abdaal tiene sentimientos encontrados al dirigir un negocio que depende tanto de él. Cuando las cosas no van bien y tiene que reorganizar los planes sociales para poder grabar otro vídeo, tiene dudas. Pero cuando las cosas van según lo previsto, la ventaja es evidente.
«Es un mundo increíble en el que vivimos, en el que el propio YouTube puede hacer ganar dinero a la gente», ha finalizado.