Chris, de la generación X, está a punto de dejar de trabajar desde casa para pasar a un modelo de trabajo híbrido. La razón principal por lo que lo hace: la soledad.
Chris empezó a trabajar como analista para un proveedor de servicios sanitarios en 2008 y, unos años más tarde, su empresa empezó a experimentar con el teletrabajo. Ya en 2016, la mayoría de las personas de su equipo trabajaban totalmente en remeto, con poca gente acudiendo a la oficina.
«Al principio fue genial. Mis hijos eran pequeños e iban al colegio, así que no tener que preocuparme por quién llevaba y recogía a los niños era una ventaja», cuenta Chris. «Cuando sonaba el timbre, iba directamente a recogerlos o estaba en casa cuando llegaban».
Chris ha pedido el anonimato, ya que aún no ha comunicado a toda la empresa que se marcha, pero Business Insider ha verificado su identidad.
El problema es que ahora sus hijos son mayores y, aunque siguen viviendo en casa, son más independientes y él se siente aislado. Su vida social es muy reducida y en el trabajo solo tiene contacto con algunos colegas que también teletrabajan y con los que se comunica por videollamada o chat.
Por ello, ha tomado la decisión de cambiar de trabajo para poder volver a la oficina, aunque sea solo unos días por semana para intentar evitar sentirse aislado.
«Al final del día, estoy deseando salir de casa», asegura Chris. «He tomado la decisión de dejar mi trabajo a distancia y buscar un trabajo en una oficina o híbrido. Estoy seguro de que al principio será un poco un shock después de tantos años, pero me imagino que me adaptaré rápidamente, tal vez haga algunos amigos nuevos.»
A medida que más y más empresas adoptan un entorno de trabajo híbrido, algunos empleados están muy contentos de la oportunidad de volver a una oficina, alegando aislamiento y el deseo de tener una rutina más estructurada.
Muchos de los trabajadores siguen prefiriendo el modelo de teletrabajo, aunque para personas como Chris, tener un contacto más regular con los compañeros y establecer conexiones más profundas puede ser la solución.
El debate sobre el teletrabajo sigue vigente
Aún persiste el debate sobre si el trabajo en persona es más productivo que el teletrabajo, ya que algunos estudios demuestran que los empleados rinden más en un entorno de oficina, mientras otros muestran lo contrario.
Chris afirma que la productividad de las personas en la oficina depende del trabajo que realicen, de cómo funcione la empresa y de cuál sea su función. Para él, su empresa sería más productiva si todo el mundo estuviera en la oficina, aunque la flexibilidad del trabajo a distancia sigue siendo una ventaja para él.
Trabajar todos los días en la oficina tampoco es un «estilo de vida deseable», confiesa, y añade que para él lo híbrido es «lo mejor de ambos mundos».
«Cuando todo el mundo está en casa, tardas más en conectar con la gente, y quizá sea solo la cultura de nuestra empresa, pero a veces las agendas de la gente están llenas y tienes que esperar semanas para reunirte con compañeros», asegura Chris. «Mientras que si estuvieras en la oficina, podrías acercarte y decir: ‘¿puedo hablar contigo 10 minutos?'».
De remoto a híbrido
Chris asegura que su trabajo a distancia era flexible y le permitía dedicar tiempo a la familia y a las tareas domésticas. Su empresa no controlaba cuándo se conectaba la gente, las reuniones no eran agobiantes y los compañeros mantenían bien las relaciones con el teletrabajo.
Confiesa que le gustaba no tener que desplazarse todos los días a la oficina y no trabajar con un horario rígido, lo que le permitía llevar a sus hijos a las citas médicas y a las actividades extraescolares. Pero ahora que sus hijos han crecido y están fuera de casa mucho más a menudo, no sabe qué hacer sin un contacto más regular.
«Cuando trabajaba en la oficina todos los días, era muy agradable volver a casa, pero ahora que estoy en casa todo el día, termino de trabajar y es como, ¿ahora qué hago?», asegura Chris.
El miembro de la generación X afirma que su deseo de volver a la oficina es la principal razón por las que deja su empresa después de más de 15 años, así como sus aspiraciones de cambiar de trabajo. Espera tomarse uno o 2 meses de vacaciones, pero quiere encontrar un trabajo híbrido como responsable de TI en cuanto pueda.
«Ahora me preocupa mucho incorporarme a una empresa y no saber desarrollar ningún tipo de relación o amistad», explica.
Como directivo, Chris afirma que ha visto a nuevos empleados empezar a teletrabajar y luchar por relacionarse con sus compañeros de trabajo, además de dedicarle mucho más tiempo a aprender los procesos y programas de la empresa.
«No son tan capaces de mantener una conversación al margen o apartar a alguien o ir a su mesa y decirle: ¿me puedes ayudar con esto?», explica. «Tienes que citar a alguien por teléfono, y es difícil presentarse a gente que no conoces por teléfono».
Chris reitera que los trabajadores más jóvenes pueden tener más facilidad que él para mantener la comunicación virtualmente, pero para las personas de su generación, las interacciones cara a cara son fundamentales y está seguro de que le ayudarán a reducir su sensación de aislamiento.
«Quiero volver a comunicarme directamente con los miembros de mi equipo y quiero llegar a conocer y establecer una relación personal con esas personas, en lugar de ser simplemente alguien detrás de una pantalla de teléfono», comenta Chris. «Para colaborar bien, tienes que conocer a tu equipo más allá de lo que hacen, de cuáles son sus tareas».