«Instagram no nos protege»: los ‘influencers’ financieros españoles denuncian la impunidad de los suplantadores de identidad que buscan el dinero de sus seguidores con criptoestafas

Todo empieza con un followEl usuario que buscamos en Instagram se hace llamar Sergio de Andrés, nombre que coincide con el de un famoso creador de contenido del mundo de la inversión y las criptomonedas.

De inmediato, este responde con un mensaje por el chat privado de la app. 

—Hola, ¿qué tal?

Aunque sabemos que no es el verdadero Sergio de Andrés, decidimos seguirle el juego para ver hacia dónde nos lleva.

Intercambiamos un par de mensajes, pregunta si tenemos cartera de criptomonedas y, tras recibir una respuesta afirmativa, rápidamente pasa a explicar su plan de inversión.

Es el negocio del siglo. En solo 3 días, explica, invirtiendo el equivalente a 500 dólares en criptomonedas, podemos ganar 6.500 dólares. Eso, si no somos muy ambiciosos.

Si invertimos fuerte y le metemos 9.000 dólares, por arte de magia estos se pueden convertir en menos de una semana en 84.000 dólares, promete.

Lo único que tenemos que hacer es confiar en él y darle acceso a nuestra cartera digital, lo que equivale en el mundo cripto a abrir la puerta de casa y dejarle entrar hasta la cocina. Fingimos seguir sus consejos y dejarnos llevar por la promesa del dinero rápido y fácil.



«No sabes lo desesperante que es. Yo trato de concienciar a la gente, pero siempre aparecen nuevas cuentas falsas», asegura el verdadero Sergio de Andrés (@sergiocripto) en conversación con Business Insider España.

«Yo nunca hablo a mis seguidores por privado, y si lo hago nunca va a ser para pedirles dinero», remarca.

El suyo no es un caso excepcional. Cada día, cada vez más creadores de contenido del mundo de las finanzas y la inversión ven cómo decenas de cuentas falsas copian sus perfiles y se hacen pasar por ellos para estafar a la gente.

Las cuentas que suplantan su identidad lo hacen con perfiles idénticos en los que solo cambia una coma o un punto en el nombre, y los estafadores se inventan todo tipo de trucos y tretas para sacar dinero a los seguidores del mundo de las criptomonedas.

Roberto Sanz, gestor y analista del mundo cripto, es @criptomonedas_es en Instagram, donde cuenta con 27.000 seguidores. Comparte con Business Insider España que él vive el mismo calvario que el resto de sus compañeros.

«El problema está en que Instagram no hace nada al respecto«, critica.

Este creador asegura haber denunciado varias veces la proliferación de estas cuentas, e incluso ha solicitado en otras tantas ocasiones la verificación de su perfil oficial en la plataforma, una herramienta pensada precisamente para evitar este tipo de engaños. Por ahora, sin éxito.

«He llegado a entregar mi DNI para que verifiquen mi identidad, y no me hacen caso», añade.

Sergio de Andrés, con 23.000 seguidores, tampoco tiene su cuenta verificada. Mientras la red social se resiste a concederle el ansiado tic azul, se hace verdaderamente difícil distinguir qué perfil es el verdadero y cuáles son falsos en el galimatías que conforma el ir y venir de cuentas con la misma foto y casi el mismo nombre.

El ‘phishing’ campa a sus anchas en Instagram

Una vez que nuestro estafador confirma que tenemos dinero, nos manda un link a una web que se hace pasar por una plataforma de gestión de criptomonedas.

Da el pego, aunque tiene pequeños detalles que delatan su carácter fraudulento, como los mensajes que aparecen de cuando en cuando en la esquina inferior derecha de la pantalla anunciando las ganancias de personas de lugares de todo el mundo: «Un inversor de Singapur acaba de ganar 2.000 dólares».

Hablamos con una de las personas que resuelven dudas en la web para tratar de averiguar hasta qué punto están implicados en la estafa. Esta nos dice que hagamos caso en todo a lo que nos diga nuestro gestor. 

—No tengo gestor.

—¿Quién te ha dado nuestra dirección?

—Sergio de Andrés me escribió por Instagram y me dijo que aquí las rentabilidades de las inversiones eran muy altas y seguras.

—Sí, así es como funciona el comercio de Bitcoin, hable con Sergio, él lo guiará sobre qué hacer.

—Entiendo entonces que Sergio es colaborador vuestro, ¿no?

—Sí.

Los siguientes pasos, que Business Insider España prefiere no seguir por razones obvias, son aparentemente sencillos: dar a estos supuestos inversores acceso al monedero digital con las criptomonedas y, básicamente, dejar que hagan y deshagan con ellas a su antojo.

«A mí me pasaron una cartera de criptomonedas que pude rastrear con hasta 15.000 euros que provenían de estafas de este tipo. No sé si venían de seguidores míos o no», comenta Roberto Sanz.

El mecanismo de esta estafa, explican los expertos, no está lejos del phishing de toda la vida en el que un ladrón consigue los datos privados de alguien haciéndose pasar por una persona o entidad que no es.

«Un gestor falso contacta a gente por Telegram o Instagram, e intenta que los usuarios con bitcoins o ethereum conecten sus wallets [monederos digitales] a una plataforma o wallet suya para transferir el dinero», señala Miguel Tarascó, cofundador de la empresa de ciberseguridad Tarlogic.

«Este timo existe desde que existe Internet», subraya Jaime Fábregas, director de Desarrollo de la misma empresa. Sin embargo, apunta, el mundo cripto, con toda la mitología que ha generado en los últimos años a base de historias de inversores que supuestamente se han hecho ricos casi de la nada, es el caldo de cultivo perfecto para tratar de colar la estafa.

«Si nos prometieran rentabilidades así con inmuebles o con sellos no nos lo creeríamos porque ya estamos alerta. Pero el desconocimiento empuja a la gente a pensar que a lo mejor las criptomonedas funcionan así. En general, a todos ellos les diría que desconfíen siempre de todo producto financiero que ofrezca una rentabilidad anual de más del 2%».

Y el vehículo para plantear la trampa son las cuentas falsas de influencers. Roberto Sanz y Sergio de Andrés son solo el botón de muestra de una larga lista. Business Insider España ha hablado con 6 creadores que viven impotentes los problemas derivados de la suplantación de identidad.

«Ensucian tu reputación. Hay gente que no me conoce y se interesa en mi perfil y se piensan que soy alguna de esas cuentas que pide dinero», comenta Malik Senhaji, que cuenta con 32.300 seguidores en Instagram bajo el nombre de @CryptoByMalik.

«Es una situación muy molesta, a mí ya me cansa», apunta Óscar, otro creador de contenido conocido como @criptoenergy en Instagram, donde tiene casi 6.000 seguidores.

«Puedes pedir a tus seguidores una vez que denuncien esa cuenta falsa para que la plataforma la borre, pero cuando es una vez y otra vez, y salen nuevas y diferentes casi cada día, no puedo estar todos los días señalando el mismo problema«, añade.

«Instagram no hace nada»

Actualmente, la verificación es la herramienta que ofrecen las redes sociales para garantizar que quien habla es quien dice ser.

Sin embargo, lograrla en Instagram no es una tarea nada fácil. En la página web de la compañía explican que para lograr una cuenta verificada, entre otros requisitos, es necesario ser relevante, es decir, que la cuenta represente a una persona o marca muy conocida.

En resumen, que hay que ser famoso. ¿Y quién es, a ojos de Instagram, alguien famoso? ¿En cuántos seguidores traza la red social la línea que separa a alguien importante del resto de mortales? Es un misterio.

A los creadores de contenido del mundo de las finanzas, llamados a menudo finfluencers, tener decenas de miles de seguidores y ser voces relevantes en su sector no les basta.

«Yo he tratado de verificarla y me dicen que hay que salir en muchísimos medios. Y aun así, aunque salgas en medios y tengas como una cierta reputación, es complicado», apunta Sergio de Andrés.

Estas mismas trabas se encuentra Héctor Chamizo, periodista y creador de contenido especializado en finanzas e inversión con una amplia trayectoria en medios como ForbesLa Información y Business Insider España. Como tantos, ha visto recientemente su identidad suplantada en Instagram.

«Yo he pedido la verificación 3 veces y me las han rechazado las 3, cuando en Twitter me la aceptaron a la primera», afirma Chamizo. «Les he pasado artículos que he escrito en los distintos medios que colaboro, mi DNI, y nada», añade.

«Suplantar la identidad se ha vuelto algo tan normal y tan barato que cualquiera puede hacer lo que le da la gana en las redes sociales. He hecho varios reportes a Instagram y al grupo Facebook y ni caso», comparte Malik.

«Instagram ha respondido a mis denuncias diciendo que no incumplen las normas de su comunidad», añade. «Parece que Instagram no nos protege y no nos defiende».

En sus stories en la red social, Roberto Sanz tiene un apartado en el que alerta a sus seguidores de los estafadores que se intentan hacer pasar por él. Sin embargo, como se puede ver en las capturas de pantalla que tiene, a pesar de haber denunciado varias veces, la plataforma por el momento no termina de mover ficha.

«Instagram no hace nada. En su último correo, me decían que debido al brote de coronavirus contaban con menos personas disponibles para analizar, y que tras leer mi solicitud, solo podían revisar las solicitudes en casos más urgentes. Me dijeron que lo volviera a intentar más tarde y que gracias por mi comprensión», explica Sanz.

«Así llevo más de un año. Entiendo lo del coronavirus, pero que a estas alturas me digan algo así…».

Meta, empresa propietaria de Instagram, en el apartado sobre normas comunitarias de su página web recoge que inhabilitarán las cuentas que suplanten la identidad de otras personas y usen sus fotos con el objetivo explícito de engañar a otros.

«La autenticidad es la piedra angular de nuestra comunidad», señala la compañía en ese apartado.

«¿A cuántas personas has estafado?»

Según los expertos de Tarlogic consultados por Business Insider España, el éxito de estas estafas se debe a 3 factores: el desconocimiento del mundo cripto, el ansia de la gente por hacer dinero rápido y la dificultad en general de verificar quién está detrás de cada transacción.

Tras no seguir los últimos consejos del estafador, acaba la farsa. Antes de perderse en las infinidades de Instagram en busca de una nueva víctima, tratamos, sin éxito, de averiguar algo de su identidad.

—Tú no eres realmente Sergio, ¿quién eres?

—No te entiendo por favor.

—He llamado a Sergio y tú no eres Sergio.

—Ah, ok

¿A cuántas personas has estafado?

—No entiendo.

La conversación muere ahí. Quien ha intentado llevarse nuestro dinero campa hoy a sus anchas por una red social que solo en España cuenta con 24 millones de usuarios. Lo hace mientras esta y otros cientos de cuentas falsas siguen activas en Instagram.

Instagram responde, pero el problema sigue

Business Insider España envió a Instagram capturas de pantalla como las que salen en este reportaje para denunicar el problema de la suplantación de identidad. La compañía entonces procedió a eliminar algunas, no todas, de las cuentas falsas que se hacían pasar por Héctor Chamizo, Sergio de Andrés y Roberto Sanz, tal y como señalan en un correo electrónico.

Este medio ha comprobado que, efectivamente, muchas de las cuentas falsas que se hacían pasar por los creadores que aparecen en este reportaje han sido eliminadas.

Instagram asegura en su email de respuesta que las cuentas que suplantan a otra persona van en contra de sus Normas de la Comunidad y las eliminan cuando se les señala. Los testimonios de los creadores de contenido apuntan algo completamente diferente.

También añaden que cuentan con 40.000 personas dedicadas a la seguridad en la plataforma, y 15.000 de ellas como revisores de contenido.

Sin embargo, la empresa no responde al problema de la verificación, ni tampoco propone ninguna medida o revisión de los criterios para que los creadores obtengan el tic azul en sus perfiles. Tampoco comparte ninguna medida específica para luchar contra la proliferación de estos estafadores.

Mañana aparecerán nuevas cuentas, como lleva pasando durante los últimos meses. El problema continúa e Instagram no hace nada.

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