Marta Díaz es una habitual ya en la prensa del corazón. La invitan a presentaciones, fiestas, eventos y hasta a alfombras rojas. Las marcas se la rifan para que publicite sus productos, e incluso la industria discográfica llama a su puerta para promocionar los últimos éxitos del momento. Su trabajo se mezcla con su vida y todo queda en las redes sociales, donde sube vídeos compartiendo sus outfits, sus viajes o su día a día.
Díaz tiene 3,3 millones de seguidores en Instagram y 5,1 millones en TikTok. La influencer asegura a Business Insider España que aunque no se obsesiona con las métricas —»he aprendido a relativizarlo», apunta— son fundamentales para su trabajo.
«Esas estadísticas son, sobre todo, muy importantes para las marcas«, comenta. Ella, que cuando se le pregunta si se considera una trabajadora de Instagram responde afirmativamente, como la mayoría de los creadores de contenido necesita firmar acuerdos publicitarios para poder ganar dinero de los vídeos que sube a las redes sociales.
Las plataformas como TikTok o Instagram tienen sus propios planes de monetización, pero como ha publicado anteriormente Business Insider, las retribuciones directas que reciben los creadores por parte de estas empresas suelen ser insuficientes, aunque siempre depende de la compañía.
Twitch, por ejemplo, se ha caracterizado en el pasado por pagar mejor a sus creadores, igual que YouTube, que recientemente anunciaba que desde febrero compartirá el 50% de los ingresos por publicidad con los creadores de su plataforma.
«Básicamente, nosotros creamos publicidad, y las marcas nos pagan una cantidad X. Eso significa hacer un trabajo», comenta Díaz, que a la vez evita caer en la complacencia de que los influencers trabajan mucho. En sus redes sociales son cientos las personas que cada día comentan sus publicaciones para repetirle cosas como «lo de trabajar ya si eso en la otra vida».
«Todos los creadores tenemos que reconocer que no es un trabajo duro. Al fin y al cabo estás compartiendo tu vida», apunta la influencer que asegura haberse construido una coraza contra el odio que le salpica a diario en Internet.
Un ejemplo de estos acuerdos vitales para los creadores es el que Díaz ha firmado recientemente con Finetwork, una empresa de fibra y móvil que le ha fichado para ser embajadora de marca.
La ola del marketing de influencers despegó en 2020 y cada año que pasa los presupuestos destinados a esta área no paran de crecer. Las marcas buscan llegar a nuevas audiencias mientras los creadores engordan sus cuentas bancarias.
Según fuentes del sector consultadas por Business Insider España, un perfil como el de Marta Díaz podría estar facturando entre 10.000 y 12.000 euros por una publicidad en Instagram y entre 7.000 y 8.000 euros en TikTok. En el caso de acuerdos a largo plazo, como ser embajadora de una marca, esa cifra se podía multiplicar fácilmente por 6, apuntan estas fuentes.
Las marcas, según cuenta la influencer, le exigen las estadísticas de los posts, de las stories, el ratio de engagement, la edad de los usuarios que le siguen, la distinción por sexo. Sin embargo, que una campaña funcione o no, no depende tanto de ella, sino de que al algoritmo de Instagram o TikTok decida multiplicarlo hasta hacerlo viral.
¿La fórmula mágica para que eso suceda? Nadie lo sabe.
«A los creadores nos preocupa que muchas veces no dependa de nosotros, que te tires bastante tiempo preparando una campaña o un contenido para ti y luego no funcione porque esa plataforma no ha hecho que ese contenido llegue a las personas a las que normalmente suele llegar. Estamos expuestos, por así decirlo, a lo que la plataforma quiera«, añade.
La industria musical a la caza de los influencers
El éxito de TikTok ha cambiado la industria musical. Que una canción se haga viral en la red social hace que automáticamente esa canción pase a ocupar los primeros puestos de canciones más escuchadas en las principales plataformas de streaming como Spotify o Apple Music.
La influencia de TikTok es tal que es capaz incluso de rescatar del pasado éxitos como Dreams de Fleetwood Mac y 4 décadas después convertirla en un fenómeno en redes gracias a un vídeo de un tipo montando en skate mientras se bebe un zumo.
Díaz asegura que las discográficas se ponen cada vez más en contacto con ella para que incorpore sus canciones en sus vídeos. En esta red social suma 173 millones de me gusta, y sus vídeos suelen pasar fácilmente las 500.000 reproducciones.
«Muchas discográficas siempre se ponen en contacto con nosotros para crear ese contenido con el artista«, comenta.
En un vídeo de marzo de este año que suma más de 4 millones de visitas, Díaz aparecía bailando junto con la cantante argentina Tini uno de los últimos lanzamientos de la artista, la canción Muñecas. En otro vídeo sale con el cantante Manuel Turizo bailando la canción Éxtasis, lanzada en una fecha cercana a la publicación del vídeo. Y lo mismo Con Becky G y la canción MAMIII en un vídeo que tiene 3,4 millones de visualizaciones.
«Es algo que todos sabemos, muchas canciones son virales gracias a TikTok. Que las discográficas me llamen para mí es maravilloso», concluye Marta Díaz.