Las multinacionales se instalan en los ‘coworking’ y comen terreno a ‘startups’ y autónomos

Las nuevas formas de trabajo implantadas tras la pandemia están alterando el perfil de los usuarios de coworking. Este sector estaba tradicionalmente dominado por startups y emprendedores. Sin embargo, la crisis ha provocado un aumento de la demanda de teletrabajadores y multinacionales.

«Ha crecido la demanda por parte de multinacionales que adaptan su estrategia inmobiliaria al uso de espacios de trabajo en oficinas flexibles con el objetivo claro de mejorar la eficiencia de su huella inmobiliaria», confirma el último informe Oficinas Flexibles elaborado por la consultora inmobiliaria Cushman & Wakefield, junto a ProWorkSpaces.

Para el presidente de la asociación, Eduardo Salsamendi, los espacios de trabajo flexible ofrecen muchas ventajas a las corporaciones, una de ellas es poder adaptar el uso del espacio, algo especialmente importante en momentos de incertidumbre como el que atravesamos.



«Soluciones como las nuestras permiten pagar por uso, lo que supone adaptar continuamente el tamaño del espacio de oficina a la necesidad real. Además, hay una ausencia de capex, lo que implica no tener que pensar en planes a largo plazo. Otra de las ventajas es que se externaliza totalmente la gestión de la infraestructuras», dice Salsamendi.

El informe también incluye una encuesta en la que el 29% de los participantes manifiestan que hasta el 35% de sus espacios de trabajo están ocupados por personas teletrabajando. Además, otro 42% admite que una cuarta parte de las empresas que han demandado sus espacios han sido startups y autónomos. El año anterior, esta tipología de empresas representaban el 50% de la demanda. Además, entre el 25% y el 50% de los espacios lo demandan las pymes.

Crece el stock

El sector de las oficinas flexibles cuenta con más espacio que nunca en España. Actualmente dispone de 1.200 espacios en España, 500.000 m2 de superficie y da servicio a más de 350.000 puestos de trabajo al día, según el mismo informe.

La mayor parte de los centros de coworking se concentran en las grandes ciudades. En el caso Madrid, ya representan el 1,26% del stock total de oficinas, y en Barcelona el dato sube hasta el 2,57%. Ambas cifras marcan un récord en las dos ciudades, superando las del último mejor año, 2019, cuando el stock de espacios flexibles en Madrid estaba en el 1,20% y el de Barcelona en el 2,36%.

«El hecho de que hoy haya más espacio flexible que nunca en España demuestra el resurgimiento del sector y las perspectivas de futuro en un escenario post-pandemia», dice Javier Bárdenas, responsable de Business Space de Cushman & Wakefield en España.

Para el experto, la tendencia alcista se consolidará en los próximos años.  «Observamos que ambas ciudades han retomado sus planes de expansión bloqueados al inicio de la pandemia. También una clara tendencia a la recuperación basada en el nuevo impulso a la contratación de estos espacios, pero sobre todo a la ampliación de la superficie de este tipo de espacios por parte de los operadores en ambas ciudades», añade Bárdenas.

Respecto a la contratación, en Madrid ha llegado a 8.680 m2 hasta septiembre, lo que supone un aumento del 256% respecto al ejercicio 2020. Además, el resultado representa el 4% de superficie total contratada en el sector de oficinas. En la Ciudad Condal, la contratación ha ascendido a los 10.925 m2, lo que implica una subida del 126% respecto a 2020 y el equivalen a un 4,7% del total de espacio contratado.

Lorena Torío

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