En esta era de inteligencia artificial, es fácil suponer que los cursos online ya no tienen sentido. Después de todo, si ChatGPT puede crear una lección en segundos, ¿de qué sirve que tú inviertas tanto tiempo en hacerlo?
Aquí está el verdadero dilema.
Cada día vemos más cursos online. Y sí, no te lo voy a negar, algunos ya no se venderán como antes, porque son solo una repetición de lo que puedes encontrar en Internet.
Pero, ¿qué pasa con los buenos cursos? ¿Por qué siguen saliendo libros, cursos, y programas exitosos sobre temas que ya se han tratado miles de veces?
Si ya hay miles de títulos sobre cómo crear buenos hábitos o cómo hacerse millonario, ¿por qué siguen apareciendo autores que se vuelven best-sellers con nuevos libros sobre los mismos temas?
Es simple.
Tanto los libros como los cursos online tienen algo en común: son curadurías de información, organizadas estratégicamente para llevarte a un resultado concreto.
Entonces, si piensas que la IA va a reemplazar los cursos, no te equivoques.
La IA puede generar contenido, pero tú vendes la experiencia, no solo la información.
Lo que realmente vendes es una metodología probada y validada, una que has experimentado, refinado y puedes garantizar que funciona.
No es una simple teoría. Es algo que las personas pueden aplicar, replicar y ver resultados en su vida.
¿Qué puedes hacer entonces? Diversificar tus cursos.
En vez de crear un programa inmenso y demasiado general, enfócate en formaciones más específicas, prácticas y accionables.
Te voy a poner un ejemplo de cómo lo hacemos nosotros: en lugar de crear un curso gigantesco sobre cómo emprender desde cero, creamos un curso más concreto, como “Cómo validar tu emprendimiento en 30 días”.
Ahí está el poder: en ir paso a paso. Si luego quieren aprender a escalar ese negocio, eso sería otra formación.
Así es como funciona el futuro de los cursos online: modular, práctico y con pequeños wins o triunfos que los clientes puedan aplicar de inmediato.
Por eso los cursos que cuestan menos de 100 dólares son tan efectivos. Te dan una ganancia rápida y crean una relación con el cliente.
Por ejemplo, tenemos un curso de 49 dólares sobre ChatGPT, donde las personas pueden empezar a conocer esta poderosa herramienta. Pero luego, si quieren algo más avanzado, les ofrecemos una certificación de 500 dólares, con opciones de licencias corporativas.
De esta forma se va creando un recorrido formativo para cada nivel.
Así que si estás pensando en crear un curso online, mi consejo es claro: trabaja de forma modular. Crea algo específico que ofrezca valor inmediato y luego, amplía esa oferta con formaciones más avanzadas.
En mi próximo correo te voy a compartir una guía paso a paso para que puedas comenzar a crear tu propio piloto de formaciones.
No te lo pierdas, porque puede ser lo que necesites para empezar a generar ventas con tus conocimientos.
Un abrazo,
Vilma Núñez, Ph.D.
Fundadora del Grupo Convierte Más
Speaker | Autora | Inversora