Cada vez que se ilustra un artículo relacionado con el teletrabajo, es fácil encontrar la imagen de alguien feliz con su portátil en una playa paradisiaca, en mitad del campo o en un idílico retiro de montaña. Además, se suele asociar el teletrabajo como un remanso de paz, libertad y flexibilidad laboral. Pero, aunque hay algo de eso, no siempre es así.
Teletrabajar no necesariamente es tan sencillo como coger tu ordenador e ir donde te lleve el viento. Por eso, te decimos 5 lugares en los que nunca deberías teletrabajar, y que convendría que tuvieses en cuenta antes de adaptarte a esta nueva alternativa laboral tan de moda.
Cafeterías o restaurantes
En cierto sentido, puede quedar muy moderno ir a teletrabajar a una cafetería, un restaurante o un bar. Al fin y al cabo, es algo relativamente habitual en Estados Unidos, y se ha visto en muchas películas y series. Pero la realidad no siempre es ni mucho menos parecida a la ficción.
Las cafeterías y locales similares suelen ser ruidosos en realidad, y estar repleto de potenciales distracciones. Por no hablar de que sus conexiones a Internet no siempre resultan todo lo fiable que deberían… eso cuando las tienen.
Parques y lugares públicos
Por mucho que ciudades como Madrid tanteen cada cierto tiempo la posibilidad de habilitar muchos de sus parques para crear zonas de teletrabajo con WiFi, tampoco parece la mejor idea del mundo. Primero, porque algunos lugares pueden no ser del todo seguros para tener tu equipo informático.
Segundo, porque la meteorología acostumbra a suponer un problema dependiendo de dónde te encuentres. Y tercero, por el tiempo que puedes perder en desplazarte, instalarte y demás. ¿No ir a la oficina para ahorrarte el transporte, pero sí a un parque? Suena poco práctico.
Teletrabajar en casa, sí, pero ojo con dónde
Aunque en ocasiones pueda parecer lo contrario, la gran mayoría de personas que teletrabajan lo hacen desde casa, esa es la realidad. Ahora bien, tampoco dedicarte a tus tareas en el domicilio tiene por qué siempre un camino de rosas. Por ejemplo, es conveniente evitar zonas de demasiado tránsito, como las cocinas o los pasillos, si no vives o estás solo.
Las distracciones que pueden sucederse, aunque parezcan insignificantes, suelen terminar por ser demasiado constantes y, a la larga, repercutir notablemente en tu productividad o tu capacidad de concentración.
Sitios sin comodidades
Puede quedar muy bien, de cara a la galería, teletrabajar en la parte trasera de una furgoneta o en una tumbona en la playa. Sin embargo, si esas ideas se convierten en rutina, tu espalda terminará por sufrirlo, entre otras cosas.
Teletrabajes donde teletrabajes, es sumamente importante contar al menos con relativas comodidades, como una silla ergonómica, un escritorio a una cierta altura de tus ojos y complementos por el estilo.
Cuidado con el transporte público
Aprovechar un viaje para teletrabajar puede parecer una forma astuta de emplear lo mejor posible el tiempo. No obstante, el transporte público no suele ser un buen sitio para hacerlo. Primero, porque dependiendo de tu trayecto, a veces puedes tener que levantarte ya cuando por fin habías logrado acomodarte.
La falta de espacio o las incomodidades también acostumbran a que no sea una opción especialmente agradecida, o incluso que incordies a los demás. Quizá mejor eer un libro, escuchar música o ver una serie.