Los españoles que han teletrabajado durante la pandemia han disfrutado de 11 días libres más que quienes han ido a la oficina. No porque hayan tenido más vacaciones ni porque tengan diferentes condiciones laborales: es el ahorro de tiempo que les proporciona trabajar desde casa y no tener que desplazarse.
Así lo ha calculado un macroestudio internacional, que ha analizado datos de 27 países —incluido España— y de 18.995 personas trabajadoras a tiempo completo (de 20 a 59 años), quienes trabajaron principalmente desde casa en algún momento durante la pandemia por COVID-19 y que respondieron entre mediados de 2021 y principios de 2022.
Según el estudio, realizado por IZA – Instituto de Economía Laboral y publicado este enero de 2023, el ahorro medio diario de tiempo cuando se trabaja desde casa es de 72 minutos.
«Estimamos que el trabajo desde casa ahorró alrededor de 2 horas semanales por trabajador en 2021 y 2022, y que ahorrará alrededor de una hora semanal por trabajador una vez finalizada la pandemia. Eso equivale al 2,2% de una semana laboral de 46 horas, con 40 horas pagadas más 6 horas de desplazamiento», calculan los autores.
Esa media de 72 minutos ahorrados al día (por trabajar desde casa, en comparación con ir a la oficina) parte de las importantes diferencias halladas entre los 27 países. Así, en el extremo superior se encuentran China, Japón, India y Singapur, que rondan los 100 minutos, mientras que los que menos ahorran son Serbia (51 minutos), Polonia (52 minutos), EEUU (55 minutos), Grecia (58 minutos), e Italia (61 minutos).
En España, por debajo del promedio en el estudio, las personas que trabajan desde casa ahorran 63 minutos al día de media. En 2022, que tuvo 251 días laborables, eso supuso un ahorro de 15.813 minutos, el equivalente a más de 263 horas o, lo que es lo mismo, 11 días libres más completos.
¿A qué se dedica todo ese tiempo extra que ofrece el teletrabajo? Los resultados de la encuesta «sugieren que gran parte del ahorro de tiempo vuelve a los empleadores, y que los niños y otros beneficiarios del cuidado personal también se benefician».
Esta conclusión parte de que, como media en los 27 países incluidos, las personas trabajadoras destinan el 40% del tiempo que ahorran a su empleo (principal y otro secundario si lo tienen), el 34% al ocio y en torno al 11% a actividades de cuidado de otras personas.
En el caso de España, los porcentajes se reparten de la siguiente manera: todo ese tiempo ‘extra’ se invierte en ocio en un 41%, en el trabajo principal o el secundario al 31% y en el cuidado de otras personas (12%), como actividades principales.
«El cambio inducido por la pandemia hacia el trabajo desde casa produjo grandes beneficios privados en forma de ahorro de tiempo de desplazamiento», concluyen los autores. Estos citan otros estudios para afirmar también que, además, el teletrabajo y la consecuente reducción de desplazamientos «afectan a los individuos y a la sociedad a través de muchos otros canales».
Entre estos se encuentran la ampliación de libertad personal, la mejora de la calidad de vida, la aportación de nuevas oportunidades de empleo y la creación de capital social en las comunidades residenciales, así como menos tráfico y carga en el transporte y reducción del consumo de la energía y la contaminación.