Imagina que te pasas meses preparando tu boda.
Has elegido el sitio para la ceremonia y el convite, la empresa de cáterin, la decoración, la ropa que vas a llevar, etc.
Y solo en ese momento, cuando ya lo tienes absolutamente todo listo para el gran día… le preguntas a tu pareja si quiere casarse contigo.
Suena absurdo, ¿verdad?
Pues este error tan “evidente” lo cometen muchísimos negocios.
Dedican un montón de tiempo (y dinero) a diseñar un servicio o un producto sin saber si sus potenciales clientes estarán dispuestos a comprarlo.
Lo ideal es hacerlo al revés:
- Primero validas tu idea de negocio.
- Una vez tienes claro que va a funcionar, la desarrollas y empiezas a venderla.
Y esto, ¿cómo se hace?
Para saberlo, vas a tener que leer este post con mucha atención, porque te explicamos el proceso paso por paso.
Atento, que empezamos.
Nota: aquí vamos a contarte cómo validar una idea de negocio si acabas de emprender. Pero los pasos son los mismos si ya tienes un negocio en marcha y estás pensando en lanzar un nuevo producto o servicio.
✅ Qué significa validar una idea de negocio
El concepto de “validación” proviene de la metodología Lean Startup.
Esta metodología permite a los emprendedores desarrollar un servicio o producto rentable en poco tiempo y asumiendo el mínimo riesgo posible.
Y la validación de la idea de negocio es uno de los ejes fundamentales de este sistema.
El objetivo es comprobar si un hipotético producto o servicio puede tener éxito en el mercado.
De esta forma:
- Evitas desperdiciar tiempo y dinero en una idea para que luego no funcione.
- Tienes la tranquilidad de saber que tu producto o servicio va a tener demanda.
- Recibes feedback de clientes reales, que puedes usar para mejorar tu producto y reforzar sus puntos débiles antes de lanzarlo al mercado.
Ahora que tenemos las bases claras, veamos cómo poner todo esto en práctica.
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✅ El proceso completo para validar tu idea (y saber si vale la pena invertir en ella)
Vamos allá.
? 1. Empieza por una lluvia de ideas
Si aún no has decidido qué producto o servicio quieres lanzar, este es el primer paso.
Coge un papel y un lápiz y apunta todas las posibles ideas de negocio que te vengan a la cabeza.
Por ejemplo, si eres diseñador gráfico, podrías ofrecer:
- Un servicio 1 a 1.
- Talleres para empresas que tienen su propio departamento de marketing.
- Un curso online sobre edición de imágenes.
- Algo relacionado con el diseño 3D.
Fíjate que no tienen que ser ideas muy elaboradas ni concretas. Lo que te interesa ahora mismo es poner negro sobre blanco todas las opciones que tienes.
Una vez hayas terminado, ya tendrás tiempo de hacer una criba y escoger una idea que resuene contigo.
? 2. Fíjate en lo que hace tu competencia
Supongamos que, tras hacer esta lluvia de ideas, te has decantado por el diseño para impresiones 3D.
El siguiente paso es buscar a otras empresas de ese nicho y analizar:
- Qué clase de productos o servicios ofrecen.
- A qué perfil de cliente se dirigen.
- Las opiniones de sus clientes.
Este proceso te ayudará a perfilar tu idea y darle una forma concreta.
Por ejemplo, quizás descubres que hay muchos diseñadores que realizan impresiones 3D con fines médicos. Y en concreto, ves que el sector del 3D para clínicas dentales es un nicho donde hay bastantes oportunidades.
Ahora ya tienes entre manos una posible idea de negocio. Pero ojo, esto es solo el principio…
? 3. Métete en la piel de tu cliente ideal
Una de las preguntas más importantes cuando estás validando tu idea de negocio es: ¿qué problema resuelve mi producto o servicio?
Es decir, ¿qué va a conseguir mi cliente ideal si lo compra? ¿Cómo va a mejorar su vida?
Siguiendo con el ejemplo del diseño 3D para clínicas dentales, tu servicio les permite:
- Diseñar férulas y otros accesorios mejor adaptados a la boca de cada cliente, para que no les haga roces ni molestias.
- Practicar con un modelo 3D antes de abordar una intervención compleja.
Para averiguar las necesidades de tu audiencia, tienes que ponerte la gorra de Sherlock Holmes e investigar a fondo (en las webs de tu competencia, en perfiles de redes sociales y blogs que lea tu cliente ideal, etc.).
? 4. Diseña tu MVP (producto mínimo viable)
Ten una cosa clara.
La única manera de saber con seguridad si una idea funciona es venderla.
Pero ¿cómo puedes vender un producto, un curso o un servicio que no has creado?
Ahí es donde entra el producto mínimo viable o MVP.
Un “prototipo” de tu producto o servicio que puedes generar en poco tiempo para ofrecérselo a tu audiencia y medir su respuesta.
Por ejemplo, para validar tu servicio de diseño 3D para dentistas, podrías crear una landing page muy sencilla en la que:
- Presentas tu oferta: explicas en qué consiste ese servicio, a quién está dirigido, qué beneficio le ofrece al cliente, el precio (lo habitual es ponerle un precio reducido, al tratarse de una versión beta). A esa página llevas potenciales clientes para ver si están interesados.
- Incluyes un formulario o botón de compra: para que puedan pedirte información, o directamente comprarte.
¿Te parece imposible vender algo sin haberlo desarrollado por completo?
Pues así es justamente como empezaron algunas grandes empresas que seguro que te suenan.
Uno de los ejemplos más famosos es el de Dropbox.
Para comprobar si su idea era viable, sus creadores diseñaron una versión básica de la aplicación y grabaron esta demostración en vídeo:
Además, lanzaron una landing page muy simple donde la gente podía registrarse para saber más.
Y como suele decirse… el resto es historia. ?
? 5. Haz una preventa
Una vez tienes listo tu MVP, tienes que ofrecérselos a tus potenciales clientes (lo que se conoce como “realizar una preventa”).
Para eso tienes varias opciones:
- Corre la voz entre tus amigos y conocidos (puedes usar WhatsApp para enviarles el mismo mensaje a todos tus contactos).
- Comparte la landing page en redes sociales para darle difusión. También puedes dejar un enlace en grupos de redes donde pueda haber potenciales clientes tuyos (eso sí, pide siempre permiso al administrador del grupo).
- Si puedes invertir un poco, lanza una campaña de publicidad online.
Si ya tienes un negocio en marcha esto es más sencillo, porque les puedes ofrecer ese nuevo servicio a tus actuales clientes.
Una vez realizas la preventa, pueden ocurrir 2 cosas:
- Hay suficientes personas interesadas: eso significa que tu idea es viable. Ahora sí puedes dedicar tiempo y dinero en desarrollarla, porque sabes que va a tener demanda.
- No vendes suficiente: si has llegado a bastantes potenciales clientes pero aun así muy pocos han comprado, eso es señal de que hay algo en tu idea que falla. Lo bueno es que podrás aprovechar el feedback que te den para mejorarla.
Seguimos.
✅ El lean canvas como herramienta para validar ideas de negocio
El lean canvas o “lienzo canvas” es una de las herramientas que se utilizan durante el proceso de validación en la metodología Lean Startup.
Esta herramienta te permite visualizar tu idea de negocio y verificar si realmente es viable a todos los niveles.
Para eso, el lienzo canvas está dividido en 9 apartados que debes rellenar:
- Cliente: en esta parte desarrollas la información de tu cliente ideal. Su perfil demográfico, a qué se dedica, cuánto puede invertir, etc.
- Problema: la necesidad central de tu cliente ideal, que tu producto o servicio resuelve.
- Solución: en esta parte explicas en qué consiste tu producto o servicio.
- Propuesta única de valor: la propuesta única de valor es una frase que resume el beneficio principal de tu servicio o producto y lo que te diferencia de tus competidores.
- Canales: las distintas vías que usarás para captar potenciales clientes.
- Fuente de ingresos: tu modelo de negocio, o cómo vas a generar ingresos con esa idea. ¿Vas a lanzar un servicio? ¿Un curso de pago único? ¿Una suscripción mensual?
- Costes: aquellos gastos que deberás afrontar para ofrecer tu producto o servicio.
- Ventaja competitiva: en qué se diferencia tu solución de lo que ofrece tu competencia (si no tienes claro cómo diferenciarte, aquí te damos algunas claves).
- Métricas clave: qué indicadores vas a usar para saber si tu estrategia está funcionando (visitas a la web, tasa de conversión, coste de captación de clientes, etc.).
Con esto ya tienes todo lo necesario para validar tu idea.
En el mundo de los negocios hay una verdad absoluta.
De nada sirve tener un producto o un servicio muy bueno si tus clientes no saben que existes.
Por eso es tan importante trabajar con una buena estrategia de captación. Una que te permita atraer clientes cualificados (personas que realmente tienen interés en lo que vendes), ya sea:
- Durante la fase de validación: para atraer a tus primeros clientes potenciales y comprobar si tu idea tiene futuro.
- Una vez lanzas la versión definitiva: para seguir atrayendo clientes de forma estable y hacer crecer tu negocio.