Internet ha revolucionado el mundo y también la forma en la que se hace marketing. Ahora las empresas no pueden dejar de lado el marketing digital para atraer clientes, y hay varios canales para hacerlo. Uno de ellos es el marketing de afiliados, estrechamente relacionado con las ventas, una forma de promocionar productos o servicios que surgió hace tres décadas gracias a los programas de afiliados que ofrecía la empresa americana Amazon. En el marketing de afiliados hay una persona que es el afiliado, aquella que promociona el producto de una empresa a cambio de una comisión por cada venta que consiga. Esas ventas se pueden conseguir a través de varios canales de marketing.
Uno de ellos es el content marketing, es decir, la creación de contenido en blogs y páginas web. Algunos de estos blogs optan por crear landing pages. Estas son páginas de aterrizaje en las que el contenido se centra en un tema en concreto, generalmente promocionando un servicio o un producto. Una de las industrias que ofrece programas de afiliación es la de los juegos a través de internet, ya que su forma online presenta muchas ventajas respecto a su versión no digital, y muy a menudo los afiliados utilizan estas páginas de aterrizaje. Una de las ventajas de hacerlo así es que el webmaster tiene la libertad de escribir del modo que quiera, por lo que puede ser fiel a su estilo editorial y a su audiencia.
Las redes sociales son otro medio por el que un afiliado puede lograr ventas de los productos o servicios que promociona. De hecho, muchas veces las empresas confían esta tarea a influencers con los que pueden llegar a una gran audiencia. Las redes sociales que más se usan en el marketing de afiliados son Facebook, Instagram y YouTube. Esta última cada vez está ganando más importancia, tanto como red social como para el marketing de afiliados. De hecho, hoy en día el vídeo marketing es uno de los canales que más ventas genera a las empresas.
Otra forma de promocionar productos de empresas es a través del email marketing, es decir, enviando contenido promocional sobre los productos a través del correo electrónico. Para ello es necesario que el afiliado disponga de una base sólida de correos electrónicos a la que poder enviar emails a largo plazo. El afiliado tiene que ofrecer contenido de calidad en el que no solo se incite al destinatario a comprar, sino también a leer un contenido que tiene que resultarle interesante. De no ser así, es muy posible que la persona solicite darse de baja a la suscripción de los correos del afiliado.
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Los ads, esos anuncios que aparecen cuando se navega por internet o se utilizan las redes sociales, también son una forma con la que vender productos. Al hacer clic en el ad aparece una página de aterrizaje con el producto que el afiliado quiere vender.
Independientemente de cómo quiera implementar el afiliado su estrategia de marketing de afiliación, hay que tener en cuenta varios aspectos antes de lanzarse a la piscina. El primero de ellos es el programa de afiliados a elegir: muchas empresas ofrecen sus propios programas de afiliación, pero las condiciones y la compensación pueden variar mucho de empresa a empresa. Así, las empresas ofrecen varias opciones para pagar a sus afiliados por las ventas que consigan.
El CPA es un modelo muy utilizado últimamente, ya que las empresas no arriesgan: solo pagan al afiliado cuando este consigue una venta y cumple con las condiciones previamente acordadas. El CPC, o coste por clic, es otro de los más conocidos: el afiliado recibe dinero por cada clic que recibe en su link de afiliación. Mientras que en el CPM, o coste por mil, se paga por cada mil impresiones que reciba un anuncio, aunque se trata de un modelo que cada vez se utiliza menos. Según el canal utilizado para promocionar el producto, será más interesante un modelo de compensación u otro.