Un ‘youtuber’ gana más de 600.000 euros al año por destruir cosas, desde una PS5 a dientes humanos: bienvenido a la ‘destructo-economía’

Tal vez te hayas topado con ellos: vídeos que circulan por YouTube o Facebook de prensas hidráulicas masivas que aplastan automóviles o lijadoras industriales que trituran objetos domésticos hasta convertirlos en polvo.Todos con títulos como «Qué sucede cuando una desfibradora se encuentra con objetos resistentes» y «Top 1.000 de los mejores momentos con una desfibradora».

Estos clips tremendamente populares, que atraen a millones de espectadores en miles de canales variados, están enriqueciendo a algunos creadores de contenido a medida que destruyen artículos cotidianos, desde sandías y juguetes para niños hasta productos de lujo, incluidas PlayStation 5 y un deportivo de casi 200.000 euros.

Lauri Vuohensilta dirige el popular Hydraulic Press Channel, que tiene 3,79 millones de suscriptores al momento de la publicación. Su canal, que comenzó hace 7 años, contiene clips en los que Vuohensilta usa la prensa industrial de la tienda de su familia para demostrar lo que sucede con esponjas, pelotas con bandas elásticas, ceras de colores e incluso dientes humanos.

«Es sorprendente cuánto tiempo los neumáticos retienen su presión de aire cuando se aplastan y deforman», decía el comentario de un lector en su canal.

«Ver este tipo de destrucción que abraza la entropía es simplemente… muy atractivo», escribió otro. «Me refiero a que me gusta cuando la prensa hidráulica hace que la cerradura se aplaste».

Vuohensilta confirmó a The Wall Street Journal que ganó 650.000 dólares (unos 600.000 euros según el tipo de cambio actual) el año pasado con los ingresos publicitarios de sus vídeos, que suelen tener entre 50.000 y 26 millones de visitas, como uno en el que probó si podía doblar una hoja de papel más de 7 veces usando la prensa.

Vuohensilta no ha respondido a la solicitud de comentarios de Business Insider.

Jimmy Donaldson, más conocido por su personaje de YouTube, Mr. Beast, ganó 54 millones de dólares (unos 50 millones de euros) en 2021, el mayor récord de la historia de YouTube.

Aunque su canal no está dedicado a destruir objetos como el de Vuohensilta, Donaldson ha publicado recientemente un vídeo en el que aplasta un Lamborghini rojo cereza entre una prensa hidráulica de rayas brillantes, lo que le facilitó llegar a 107 millones de visitas.

No está claro cuánto ha ganado con el vídeo, pero Donaldson ya explicó anteriormente que gasta 8 millones de dólares (7,43 millones de euros) al mes creando sus elaborados vídeos y promocionando sus negocios.

Los representantes de Donaldson y Google, la empresa matriz de YouTube, no han respondido a la solicitud de comentarios de Business Insider.

Aunque la destrucción de objetos en YouTube no es un fenómeno nuevo. BlendTec, un canal parecido a una teletienda, debutó solo 2 años después del lanzamiento de YouTube y rápidamente definió el género al poner a prueba diferentes objetos.

Tom Dickson, CEO de BlendTec, se hizo famoso por poner cualquier cosa en una licuadora hace más de 16 años. Los clips, que demostraban el poder de la licuadora, iban desde mezclar pollo a medio cocinar con una lata de Coca-Cola hasta destruir un iPhone X nuevo, que se vendió en aquel entonces por aproximadamente 1.000 dólares (929 euros).

Según los cálculos de Creators Handbook, se estima que los creadores ganaron para destruir cosas en sus canales una media de 2.750 dólares (2.554 euros) en ingresos publicitarios por cada millón de visitas.

Con canales como Vuohensilta y Donaldson, que alcanzan más de 25 millones de visitas en algunos casos, el flujo de efectivo en torno a un solo vídeo puede ser de más de 65.000 dólares (60.387 euros).

Teniendo en cuenta que hay aproximadamente 100 canales que publican 5 vídeos cada mes que alcanzan los 10 millones de visitas cada uno, este tipo de canales podrían recaudar aproximadamente 165 millones de dólares (153,29 millones de euros) al año, sin mencionar los vídeos que pueden hacerse virales.

Mientras que los creadores recaudan cientos de miles de dólares destruyendo artículos cotidianos en nombre del entretenimiento, algunos han sido criticados por ser derrochadores o materialistas.

«Cuando les pregunto a los influencers digitales en qué se especializan, la respuesta casi siempre es ‘estilo de vida'», explica a Wired Carla Abdalla, maestra en la Fundación Armando Alvares Penteado de Brasil y especialista en el comportamiento de los consumidores.

«Cuando les pregunto qué tipo de estilo de vida, hablan sobre el consumo de ropa de diseño, restaurantes gourmet, gadgets de tecnología de alta gama, viajes por todo el mundo, etc. Su especialidad es el consumo», ha agregado.

Incluso a pesar de la percepción pública de que los vídeos pueden ser derrochadores o excesivos, muchos espectadores parecen no poder mirar hacia otro lado.

«Hay algo en el cerebro humano que dice ‘Oh, Dios mío, hay tantas de estas cosas. Hay tanto de esto. Tengo que ver eso'», aseguró el youtuber Anthony Padilla en un vídeo de 2019 en el que critica este tipo de contenido para obtener clics.

«Ver a alguien desperdiciar un montón de dinero haciendo algo ridículo con un montón de cosas es fascinante», añadió.

Katherine Tangalakis-Lippert,
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