Trabajar desde casa se ha planteado con frecuencia como una opción interesante para conciliar la vida familiar y la laboral, pero su implantación ha sido minoritaria en España y otros países de Latinoamérica.
Sin embargo, el cambio forzoso de los hábitos de trabajo que nos trajo el principio de 2020 ha hecho que el trabajo desde casa se sitúe en el centro del debate, generando casi tantos partidarios como detractores.
Pero ¿es trabajar desde casa una solución real y factible para la conciliación familiar?
Veamos…
Unos apuntes sobre conciliación y trabajar desde casa
Cuando se trata de conciliación y trabajo desde casa, suele haber como mínimo dos actores implicados: quien trabaja, y quien provee de trabajo, es decir, la empresa o los clientes.
Habitualmente, se considera que la conciliación familiar trabajando desde casa es solo para las personas que trabajan por cuenta ajena para una empresa sin trasladarse fuera de su residencia habitual, lo cual facilita el cuidado de sus hijos.
Pero esta modalidad, aunque esté muy extendida, no es la única.
Conciliación familiar, personal y laboral
Se dice conciliación familiar, y a veces solamente conciliación, cuando se piensa en la facilidad con la que los adultos de una familia pueden equilibrar el desarrollo de su trabajo y el cuidado de hijos menores.
Pero no solo las familias con hijos tienen el derecho a conciliar; también lo tienen quienes tienen a cargo personas dependientes, por ejemplo.
Y en general, todos los trabajadores. Porque a menudo se olvida que la conciliación no es un derecho de las personas que tienen alguien a cargo solamente, sino de todas las personas que trabajan.
Porque los apellidos reales de “conciliación” son “vida familiar, personal y laboral”.
Y la calidad del descanso se ve ampliamente condicionada por la distribución de las horas de trabajo, por no hablar del tiempo invertido en desplazamientos desde casa al centro de trabajo: todo ello factores que afectan a nuestra vida personal.
Por otro lado, en países como España, las largas jornadas de trabajo suponen una dificultad añadida para la conciliación: amplios horarios de apertura y atención al público, con frecuencia en horario partido, suman a la sensación que tienen muchas personas de “solo vivo el fin de semana”.
Ahora, ¿hay una forma mejor de hacer las cosas?
Teletrabajo, trabajo en remoto y trabajo desde casa
Cuando se habla del trabajo desde casa, a menudo se utiliza como sinónimo el “teletrabajo” o, incluso, el “trabajo en remoto”, pero no son exactamente lo mismo:
???? Trabajar desde casa consiste, simplemente, en el conjunto de tareas profesionales que se desempeñan desde la vivienda de cada uno (obviamente, Sherlock…). Un artesano cuyo taller está en su vivienda, trabaja desde casa.
???? Teletrabajo es, sin embargo, la modalidad laboral que permite desarrollar un trabajo desde cualquier lugar, sin limitaciones en cuanto a emplazamiento se refiere. Por ejemplo, un freelance que no necesite para su trabajo más que un ordenador portátil y una buena conexión a internet, teletrabaja.
????Trabajo en remoto. Es aquel que se desarrolla con otras personas, en equipo, sin que todas las personas se reúnan físicamente en el mismo lugar. Esta modalidad hace que las empresas que la implantan tengan más facilidad para contratar profesionales de otras partes del mundo, a pesar de la diferencia horaria.
¿Por qué se confunden estos términos, y más aún cuando se habla de conciliación?
Por una sencilla razón: conciliar la vida personal, familiar y laboral es mucho más fácil cuando solo necesitas un ordenador para trabajar, y además puedes hacerlo con flexibilidad horaria y sin tener que desplazarte a ningún lado.
Por eso estos términos son tan parecidos, aunque respondan a realidades que son muy distintas: la del artesano, y la del nómada digital que trabaja en equipo con personas de mil sitos diferentes.
Ahora bien, un porcentaje amplio de la población trabaja por cuenta ajena. Y entre las prioridades de la mayoría de personas que cuenta con hijos a cargo está el cuidado de sus hijos (obviamente otra vez, Sherlock), así que se entiende que trabajar desde casa se convierta en un sueño para muchos.
O no…
Trabajar desde casa no es trabajar en cuarentena
Si algo ha comprendido desde principios de 2020 gran parte de la población cuyo trabajo solo requiere como herramienta un ordenador y conexión a internet, es que trabajando desde casa no es oro todo lo que reluce.
Pero hay algo que debemos comprender antes:
Una situación excepcional que afecta a nuestro modo de vida de una manera tan drástica como lo han hecho las cuarentenas forzosas, debe ser valorada con cautela.
Antes de que nos diéramos cuenta, estábamos todos encerrados en casa, “trabajando”, “educando en casa” y “conviviendo”.
Todo ello con comillas, porque lo hacíamos como nunca antes lo habíamos hecho: sin poder salir de casa, salvo para comprar comida.
Entretén a los niños. Haz los deberes con ellos, que no falten las fichas con tareas. Trabaja, por supuesto, y rinde. No te estreses, lidia con la dificultad, con el bombardeo de datos y noticias. Tienes suerte, podrías estar en ERTE. Controla la ansiedad.
A las empresas con los deberes por hacer en materia de digitalización y ciberseguridad se le sumó la incertidumbre, el estrés social y el drama propios de una pandemia. No podía ser de otra manera.
Ahora bien, ¿cómo podemos analizar de forma objetiva las bondades y maldades del trabajo desde casa, como empresas y como trabajadores, si nuestra única experiencia se da en medio de semejante situación?
Difícilmente.
Pero esta es nuestra experiencia para los que curramos SinOficina????
Lo bueno y lo malo de trabajar desde casa
Como todo en esta vida, trabajar desde casa (en situaciones normales) tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, tanto para los trabajadores o emprendedores, como para las empresas o clientes.
Y que sea una opción útil para tu conciliación dependerá, por supuesto, de tu situación concreta.
Ventajas de trabajar desde casa
Trabajar desde casa tiene beneficios: quienes lo han hecho antes de la cuarentena lo saben. Puede no ser para todo el mundo, eso sí, pero tiene muchas cosas buenas:
???? Ahorro de tiempo. Si trabajas desde casa, ¡bingo! No te tienes que desplazar a la oficina. Día tras días, esos tiempos suman muchas horas, estén muertas o medio ocupadas con actividades que quizá de otro modo no harías. Esta razón es sin duda una de las bazas en favor de la conciliación.
???? Flexibilidad. Dependiendo del puesto, y salvo que se exija una disponibilidad total durante una horquilla de tiempo concreta, trabajar desde casa suele implicar mayor flexibilidad, especialmente en el caso de imprevistos.
No es lo mismo abandonar tu trabajo porque se te pone el niño malo, que trabajar desde casa y compaginar el trabajo con su cuidado (aunque no se trabaje igual que si no tuvieses que atenderlo).
En el caso de la conciliación familiar (o de cuidado de personas dependientes), el trabajo desde casa es una gran ventaja siempre que cuentes con tiempo y atención para poder desarrollarlo.
???? Autonomía. Para muchas personas disponer de la capacidad de ordenar su propio trabajo a la hora de desarrollarlo es un aliciente, incluso si tienen que desarrollar proyectos conjuntos con otros miembros del equipo.
A menudo, cuando se trabaja en una oficina el orden está más limitado por el transcurrir del día y las tareas que dependen de otros. Trabajando en equipo, el cumplimiento de los plazos y la comunicación interna cobran otra importancia, y suele redundar en mayor autonomía para las personas.
???? Menor estrés social. Al no haber relación continua y directa con los compañeros de trabajo, el estrés social disminuye, aunque puede aparecer estrés por otras causas.
???? Mayor concentración. También se eliminan en gran medida las pequeñas distracciones del ruido de oficina, especialmente frecuentes en la cultura de “oficinas abiertas”.
Desventajas de trabajar desde casa
Por supuesto, no es oro todo lo que reluce (ni arcoíris, ni florecillas), y trabajar desde casa tiene ciertas desventajas. Algunas son más importantes que otras, y dependiendo de tu forma de ser y tu situación particular te afectarán más o menos, pero conviene conocerlas:
???? Cambios en tu forma de trabajar. Dirigirse a uno mismo en el trabajo es una tarea que exige disciplina y conocerse bien por dentro.
Cuando existe un motivador externo (por ejemplo, estar con compañeros que trabajan) es más fácil llevar a cabo una acción (trabajar), pero cuando no hay más motivación que el deber, puede ser difícil.
Por no hablar de los casos en los que uno tenga que adaptarse a trabajar con un equipo en remoto, donde las conversaciones informales se sustituirán probablemente por chats y donde reflejar el estado de los proyectos por escrito es prácticamente un mandamiento.
Adaptarse a ello requiere un tiempo y un esfuerzo.
???? Cambios en la forma de evaluar el desempeño. En España estamos acostumbrados al presentismo: cobras por horas trabajadas, porque se supone que si estás en la oficina, es que trabajas.
Bueno, no siempre. Unos días son más productivos que otros, y además no todas las personas trabajamos de igual manera en los mismos intervalos de hora.
Especialmente si trabajas desde casa por cuenta ajena, probablemente sea necesario cambiar la forma de evaluar el desempeño y, como todo cambio, requiere igualmente adaptación.
???? Dificultad para desconectar. Uno de los problemas más graves de trabajar desde casa. A menudo se trabaja en el mismo lugar en el que se disfruta del ocio, y muchas veces se emplean también las mismas herramientas. Pensemos, por ejemplo, en la tecnología.
Es mucho más sencillo no pensar en el trabajo cuando solo lo desarrollas en un entorno propio y distinto de aquel en el que “haces vida”. Si trabajas desde casa, es probable que en algún momento te sorprendas revisando el correo fuera de hora, por ejemplo.
Por eso se recomienda que, en la medida de lo posible, puedas disponer de rincones diferenciados en tu hogar para llevar a cabo las tareas profesionales y personales. Algo que, evidentemente, no está al alcance de todo el mundo.
???? Coste. Por supuesto, en comparación con estar fuera de casa, los costes económicos aumentan al menos en lo que se refiere a suministros. Luz, agua. Quizá, incluso, comida. Por otro lado, puedes ahorrar otros: como el tiempo y el dinero del transporte.
???? La soledad. Probablemente el peor inconveniente de trabajar desde casa. Aunque puede facilitar la conciliación con la crianza, trabajar desde casa es muy solitario.
Además, limita la diversidad de tus interacciones en la vida offline: si trabajas en una oficina, al menos tratarás con tus compañeros, que son (obviamente) personas distintas de los miembros de tu familia, con quienes tratarás más de forma habitual.
Si vives solo, trabajas desde casa y además no te relacionas habitualmente con un equipo, la soledad puede ser difícil. Así que, estás valorando la opción de trabajar desde casa para conciliar mejor con tu vida personal, probablemente quieras desarrollar un hobby social en el mundo offline, o unirte a una comunidad tan maravillosa como SinOficina
Entonces… ¿es el trabajo desde casa la solución para conciliar?
En general, se considera que el trabajo desde casa, ya sea por cuenta ajena o por cuenta propia, ayuda a conciliar la vida profesional y la familiar.
A fin de cuentas, el hogar es donde se desarrolla gran parte de nuestra vida, por lo que evitar desplazamientos entre distintos lugares y conseguir mayor autonomía suelen ser cuestiones valoradas por muchas personas a la hora pensar en trabajar desde casa.
Ahora bien, esta situación no aparece sin sus propios retos y dificultades. Para las personas que necesitan contacto social continuado puede resultar muy incómodo trabajar desde casa de manera permanente.
Y si viven cerca de la oficina, quizá invertir un tiempo de transporte sea incluso positivo, porque les ayude a desconectar. Tanto más si colegio (por ejemplo), empresa y hogar están próximos geográficamente.
De hecho, cada vez más personas se apuntan a un modelo mixto: algunos días o algunas tareas en la oficina o en el coworking, y otros desde casa.
Sí, incluso personas que emprenden y las que trabajan con equipos en remoto pueden apuntarse a un coworking para socializar un poco más. Por no hablar de la libertad que da a la hora de mudarte a otro lugar si tuvieras que cuidar de un familiar.
En definitiva, el trabajo desde casa puede ser una solución muy interesante para conciliar la vida personal, profesional y familiar, pero no es el único modelo ni la única acción posible para ello.
Es, sin embargo y muy probablemente, la que mayores retos imponga a nuestra cultura de trabajo. Cómo se adapten a ellas las empresas y las plantillas marcará la diferencia.