La pandemia cambió para siempre la forma de trabajar. Las personas se han acostumbrado a trabajar desde casa y muchos no quieren tener que volver la oficina a tiempo completo.
Sin embargo, a medida que pasa el tiempo y aflora la investigación se revela que, una vez más, el beneficio no es igualitario. El teletrabajo refuerza las desigualdades de género en la distribución de tareas y tiempo. Mientras que las rutinas de las mujeres muestran una doble presencia las de los hombres reflejan una mayor disponibilidad laboral.
Así lo pone de manifiesto un reciente trabajo realizado por investigadores de Estados Unidos y China. El análisis de 223 parejas con doble empleo de China y en Corea del Sur, incluyendo hogares con y sin hijos, mostró distintas experiencias cuando ambos trabajan desde casa.
La investigación, publicada en Personnel Psychology enseña que tanto ellos como ellas hacían más tareas relacionadas con la familia cuando trabajaban desde casa que en la oficina. Sin embargo, cuando las mujeres trabajaban desde casa, sus parejas realizaron menos tareas familiares que cuando estas trabajaban en la oficina. Ellas no completaron menos tareas cuando los maridos trabajaban desde casa.
En ambos estudios las mujeres se sentían más culpables por no poder realizar las tareas del hogar y pasar tiempo con sus familias cuando destinaban más trabajo a la oficina. En los hombres, ese resultado se encontró solo en los datos relativos a Corea del Sur.
Diferencias de género en la forma de gestionar responsabilidades laborales y familiares al trabajar desde casa
«Sigue habiendo algunas diferencias de género en la forma de gestionar sus responsabilidades laborales y familiares», recalca Jasmine Hu, profesora de Gestión en la Universidad Estatal de Ohio quien participó en la investigación.
Los investigadores realizaron 2 estudios. En uno de ellos participaron 172 parejas casadas con 2 salarios en China continental que tenían al menos un hijo. Ese estudio se realizó cerca del comienzo de la pandemia, en abril y mayo de 2020. El segundo fue en Corea del Sur entre junio y agosto de 2021. En él participaron 60 parejas ambos aportando ingresos, algunas con hijos y otras sin ellos.
Los investigadores analizaron además la flexibilidad de la rutina de casa y en la oficina.
Los resultados mostraron que cuando los maridos tenían horarios de trabajo flexibles, las mujeres realizaban muchas más tareas cuando trabajaban desde casa que en la oficina. Cuando las esposas tenían horarios de trabajo poco flexibles, los maridos realizaban muchas más tareas familiares cuando trabajaban desde casa.
«Estos resultados sugieren que los maridos podrían ayudar a las esposas que trabajan fuera cuando tienen horarios de trabajo más flexibles y realizar más tareas familiares cuando sus esposas tienen horarios de trabajo más rígidos», sopesa Hu.
En España un informe de la Universidad Autónoma de Barcelona y del Instituto de Estudios Regionales y Metropolitanos dado a conocer a principios del pasado año reflejaba situaciones similares en los hogares españoles.
Su análisis sobre el teletrabajo y el confinamiento concluía que «mientras que las mujeres ven aumentar la carga total de trabajo a la que responden con una situación de doble presencia simultánea con largas jornadas laborales llenas de interrupciones, los hombres mantienen su disponibilidad laboral resultando ser más productivos y sin percibir interferencias del ámbito doméstico«.
Asimismo el informe Women in the Workplace de la consultora McKinsey & Company en su edición de 2021 evidenció como tras la nueva normalidad las mujeres trabajadoras siguieron notando más presión y agotamiento que sus homólogos masculinos.
Los datos mostraban que el 42% por ciento de las trabajadores afirma sentirse agotada «a menudo o casi siempre», frente al 35% de los hombres. 1 de cada 3 se planteaba dejar el trabajo o reducir sus horas.