¿Tienes la sensación de que el día no te cunde y que el tiempo se te escapa entre los dedos sin que consigas alcanzar tus objetivos? Pues todo es una cuestión de productividad.
“Es típico quejarse sobre las horas que le faltan al día, pero nada más lejos de la realidad. Organizándonos mejor y aprendiendo las técnicas oportunas, podemos sacarle hasta cuatro 4 horas más”, asegura Miguel Navarro, fundador y CEO de la empresa de formación Productividad Feroz.
¿Cómo aumentar la productividad?
La clave de todo está en la planificación. “Lo que no se planifica, no se hace”, asegura. Así pues, ha detectado cinco estrategias para que nuestra planificación sea o más efectiva posible y nos ayude a alcanzar nuestros objetivos
1. Establecer rutinas
Navarro recomienda fijar rutinas de trabajo que favorezcan la concentración y la eficiencia. “Es crucial encontrar tu lugar de orden y concentración. Ten tu sitio de trabajo de referencia, ese espacio ordenado. Colócale algo que te transmita calma o quita aquello que no lo hace y cuida los detalles de ese espacio en el que vas a pasar tantas horas”, especifica.
Además, aconseja llevar a cabo rutinas de productividad, como dedicar las primeras horas del día a las ‘tareas roca’, aquellas que son más complicadas o pesadas, o trabajar con técnicas como la Pomodoro, basada en fraccionar el tiempo en tramos cortos, pero de alta intensidad, seguidos de pequeños descansos, haciendo así que la tarea sea más llevadera.
2. Cero distracciones
El CEO de Productividad Feroz recuerda que “el móvil, YouTube o los cafés con los compañeros pueden ser distracciones que se produzcan repetidamente y dificulten un buen desarrollo de la jornada laboral”.
Es imprescindible concretar ratos de descanso durante el día para poder enfocar los esfuerzos de trabajo en periodos concretos y ser más eficientes durante ese tiempo.
“Trabajar sin descansos puede ser contraproducente y puede generar frustración. Sin embargo, con pequeñas píldoras de relax entre horas, se puede solventar este problema”, asegura.
3. Mentalidad de crecimiento y autodisciplina
“La autodisciplina es un trabajo constante, y hay muchísimas formas de estimular la mente para aprender y mejorar progresivamente, aunque finalmente es cuestión de comprometerse con ello”, afirma Navarro.
El experto señala que se puede trabajar para mejorar la autodisciplina y la responsabilidad personal. “Por ejemplo, practicando el pensamiento positivo para mantener un enfoque vital optimista, realizando ejercicio físico, creando rutinas por las mañanas o fijando metas a corto plazo con recompensas”.
4. Una vida equilibrada
El equilibrio entre el esfuerzo laboral y el ejercicio físico es fundamental para la productividad y la claridad mental. “Dedicar energía y pasión al trabajo es crucial para el logro de objetivos y el éxito profesional, pero sin un contrapeso saludable, puede desgastarnos y nublarnos”, advierte.
Así pues, explica que una sesión de entrenamiento diario puede es una herramienta poderosa para revitalizar la mente y el cuerpo. “El ejercicio libera endorfinas, mejora el flujo sanguíneo al cerebro y promueve la neurogénesis, lo que lleva a una mayor claridad de pensamiento y a una mejor resolución de problemas. Para empezar, es suficiente con ir dos veces a la semana, luego podremos incrementarlo según va pasando el tiempo y nos acostumbramos a ese ejercicio físico”, especifica.
5. Planificación semanal
Navarro hace hincapié en que para desarrollar unos buenos hábitos en el trabajo es imprescindible concienciarse de los objetivos que se quieren alcanzar y planificar por adelantado toda la semana, descendiendo incluso al detalle de cada día.
“Los domingos son los días perfectos para crear un esquema de necesidades que implementaremos durante la semana para ir resolviendo todas las tareas del trabajo. Esto mismo se puede implementar cada día al final de la jornada, de cara al día siguiente, introduciendo tareas más concretas y nuevos quehaceres que hayan surgido durante el día”, puntualiza.
¿Conoces la regla 90.90.1?
Más allá de estos consejos, que nos servirán para poner un poco de orden y establecer un método que nos ayude a mejorar nuestra productividad, también hay determinadas estrategias que podemos utilizar puntualmente para alcanzar nuestros objetivos.
Una de ellas es la regla 90.90.1, de la que ya hemos hablado en EMPRENDEDORES. Consiste en plantearse un objetivo principal —y nada más que uno— y dedicarle 90 minutos diarios durante los próximos 90 días.