De cero a extraordinario: el secreto mejor guardado

¿Has leído alguna vez esas historias de éxito que inundan las redes sociales?

Ya sabes, esos relatos épicos de personas que se levantan a las 4 de la mañana para correr maratones, que pasan horas en el gimnasio levantando pesas o que se aíslan del mundo durante meses para alcanzar la «iluminación».

Aunque admirables, estas historias pueden hacerte pensar que, si no sigues el mismo camino, no estás progresando o convirtiéndote en tu mejor versión.

Pero déjame decirte algo: el desarrollo personal no es una carrera para ver quién sufre más.

No consiste en torturarse o seguir los pasos de otros (con otras circunstancias) al pie de la letra.

El desarrollo personal, querido amigo, tiene que ver contigo. Sí, contigo.

Con tu punto de partida y con superar esa versión de ti mismo que ves en el espejo cada mañana.

No te compares con los demás, compárate contigo mismo

Uno de los mayores errores que cometemos (todos lo hacemos) es comparar nuestro «día 1» con el «día 1000» de otra persona.

¿Qué sentido tiene eso? La persona que ves corriendo 10 kilómetros cada mañana no empezó así. Quizás su día 1 fue simplemente caminar alrededor de la manzana.

Así que deja de presionarte tanto.

En lugar de obsesionarte con lo que otros están logrando, pregúntate: «¿Qué pequeña decisión puedo tomar hoy para mejorar?»

Pequeñas cosas que pueden cambiar tu vida

Vale, una vez que has decidido empezar a hacer pequeñas cosas cada día, nos enfrentamos al problema de que no sabemos qué cosas tenemos que hacer.

Así que te dejo con algunas ideas:

  • Tomar agua en lugar de refrescos. Sustituir un refresco por un vaso de agua es un pequeño cambio que mejora tu salud a largo plazo.
  • Leer 10 páginas de un libro cada día. Dedicar unos minutos cada noche a la lectura no solo te ayudará a aprender, sino que crearás un hábito muy positivo para tu desarrollo personal.
  • Caminar 8.000 pasos al día. Empieza poco a poco, con 10 minutos de caminata diaria, es un hábito fácil de mantener que reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, al liberar endorfinas, mejora el estado de animo y reduce el estrés.
  • Tómate “un café contigo” 15 minutos al día. Empieza dedicándote solo 5 minutos al día. Este espacio te permite reflexionar sobre tus emociones, decisiones y expectativas, lo que contribuye a un mejor autoconocimiento. Además, al desconectar, surgirán nuevas ideas y perspectivas que, en medio de la rutina, suelen pasarse por alto.
  • Desconectar de las redes sociales 1 hora al día. Igualmente, si estás muy enganchado, empieza por 15 minutos al día. Te permitirá estar más presente en el momento y reducir la sobrecarga de información.
  • Llevar un diario de gratitud. Cada noche, anota tres cosas por las que estás agradecido. Este hábito aumenta tu bienestar emocional, mejora el estado de ánimo, aumenta tu optimismo al centrarte en las cosas positivas de la vida y te ayuda a reducir los niveles de ansiedad y estrés al reconocer y valorar lo que tienes.
  • Escuchar Podcasts que te inspiren. Aprovecha los tiempos muertes, en el transporte o en las colas, para escuchar podcasts que te inspiren o enseñen algo nuevo. Haz una lista de los podcast que te interesan, para que puedas tenerlos a mano en esos momentos.

La magia de la constancia

La clave está en la constancia. Toma una pequeña decisión hoy. Luego toma otra mañana. Y otra al día siguiente.

Antes de que te des cuenta, esas pequeñas decisiones habrán construido una nueva versión de ti mismo. Eso, querido amigo, es la verdadera superación personal.

Así que, no te compares con nadie, compárate con la persona que eras ayer e intenta superarte cada día. Te sentirás mejor.

Estás en el camino correcto. No necesitas más que dar un pequeño paso a la vez. ¡No te detengas!

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Emilio Sánchez

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