Según reveló un nuevo estudio recientemente, la mayoría de países mejor posicionados para trabajar en remoto están en Europa y, concretamente España, se encuentra liderando la lista completa. O lo que viene a ser lo mismo, nuestro país parece ser sumamente atractivo para los llamados nómadas digitales, trabajadores que deciden viajar a otros países.
No obstante, tal y como suele suceder en estos casos, no es oro todo lo que reluce. La llegado de gente extranjera para desempeñar sus labores profesionales desde muchas de las ciudades del territorio nacional también está poniendo de manifiesto problemas latentes en la sociedad. Por ejemplo, un sentimiento contrario al turismo cada vez más pronunciado en todas partes.
España, el país preferido por los nómadas digitales
Tal y como manifestó Bloomberg, España es el país que más disfrutan los nómadas digitales. En parte, gracias a su buen tiempo o al supuesto buen carácter de los españoles, además de añadidos como una buena infraestructura tecnológica o una vida asequible, sobre todo desde el punto de vista de gente que viene de países con salarios mucho más altos.
En principio, atraer a trabajadores freelance o con la posibilidad de desempeñar sus empleos en cualquier parte, parece positivo. Al fin y al cabo es similar al turismo y tiene beneficios evidentes, como el hecho de que se consuma más. Sin embargo, la llegada masiva de nómadas digitales también tiene un lado oscuro, que cada vez resulta más complicado de ocultar.
Para empezar, está el tema de los pisos turísticos, una polémica en alza. El aumento de estas residencias temporales (lucrativas para sus dueños, pero con complicaciones añadidas) muchas veces resulta complicado de compaginar con la vida cotidiana del resto de vecinos. Los extranjeros no tienen las mismas rutinas, y el choque muchas veces es inevitable.
Este hecho, sumado a la sensación que se tiene (ni mucho menos infundada) de que los centros de las grandes ciudades se están convirtiendo en parques temáticos para turistas (y cada vez menos atractivos para los autóctonos), o el disparatado precio de los alquileres, está generando un pronunciado sentimiento de rechazo hacia los turistas, que antes no existía.
El incierto futuro de los nómadas digitales
A todos estos problemas, de complicado encaje social, hay que sumarle también otro hecho fundamental: muchas empresas están renunciando al teletrabajo, la base y razón de ser e los nómadas digitales. En Estados Unidos, uno de los países que más visados solicita en España para estos viajeros juntos con Gran Bretaña, un montón de empresas están exigiendo el regreso de sus empleados a la oficina.
¿Qué quiere decir esto exactamente? Pues que una inversión considerable para adaptarse a los nómadas digitales tampoco parece del todo segura, sobre todo teniendo en cuenta el clima de inestabilidad que actualmente existe hacia el turismo. Al menos hacia ese tipo de turismo masivo que, de alguna forma, parece no contentar a todo el mundo y desgastar demasiado a la gente.
Desde luego, no da la impresión de que los extranjeros vayan a dejar de llegar a España así como así, pero tampoco puede negarse que el horizonte que se abre para los nómadas digitales presenta algunas nubes bastante oscuras en su cielo laboral.