Profesional Libre. Veranos sabáticos

Sin ninguna duda, la principal ventaja de ser un Profesional Libre es la posibilidad de organizar tu vida como quieres… o casi. Esa posibilidad de ser dueño de tu tiempo es impagable. Quizás no todo el mundo piense del mismo modo, pero para quienes ponemos la libertad en uno de los primeros lugares de la escala de valores, esta es como el aire, sin ella no podríamos respirar.

Como todos los años, utilizo esa libertad en la gestión del tiempo para cambiar de actividad durante los meses de julio y agosto. Dicen que las vacaciones tienen que ver más con hacer algo distinto a lo habitual que con viajar, ir a fiestas o tumbarse al sol. Yo lo entiendo de ese modo, como un tiempo en el que la mente va a estar centrada en otros asuntos.

Así que, cada año por estas fechas me tomo mi verano sabático que utilizo para hacer otras cosas relacionadas con mi vida y profesión.

Hay quienes se cogen una excedencia para hacer un curso. Otros toman un camino más espiritual y hacen el Camino de Santiago, se van a un monasterio a meditar unos días con los monjes o buscan la iluminación en el Tíbet. Algunos que se lo pueden permitir deciden dar la vuelta al Mundo en un crucero. Los hay (suelen ser «celebrities» de las que vemos en revistas) que se meten en una clínica de rehabilitación o en un programa de adelgazamiento. Y también hay quienes hacen la ruta de los festivales de música.

También hemos visto casos de personas que se meten en una cueva durante meses o se meten en un complejo aislado para conocer los efectos de un viaje a Marte.

En muchas novelas y biografías de personajes importantes de principios del siglo pasado leíamos como los más pudientes se pasaban un tiempo recorriendo Europa.

Hay muchas formas de desaparecer, de buscarse a si mismos o de dedicar tiempo a aprender o crear cosas distintas. Para mí, estos dos meses son mi verano sabático.

Además, para una persona introvertida como yo, me centro aún más en mi entorno más cercano y el más cercano de todos, yo mismo. Hay quienes no entienden lo satisfactorio que es eso de preferir la conversación interior a la cháchara intrascendente con personas que apenas conoces., pero es lo que hay.

De nuevo desaparezco hoy para volver en septiembre. Como te digo, el verano para mí es un cambio de actividad, no una disminución ni una anulación. Más bien al contrario, especialmente este verano que tengo «deberes» que me apetecen mucho.

Así que, aunque estaré pendiente de las redes, mi interacción será mínima. Pero si necesitas algo, aquí estaré.

Nos vemos a la vuelta.

Andres Perez Orteha

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