Por primera vez en mi vida adulta, alcancé un patrimonio neto positivo. Como graduada universitaria con un máster que ha pasado la mayor parte de su vida laboral como empleada, me sentí increíble.
En primer lugar, señalaré mis privilegios: soy una persona blanca de los suburbios que tuvo la suerte de asistir a una universidad de élite con una ayuda financiera muy importante.
Sin embargo, aparte de estos privilegios, no he recibido ningún dinero inesperado ni ninguna herencia. Ni siquiera he ganado nunca más de 40.000 dólares en un solo año. A pesar de ello, mi patrimonio neto aumentó de -15.000 dólares a 15.000 entre enero y julio de 2021. Así es como lo logré.
1. Cambié mi mentalidad y ajusté mi planificación
Durante mucho tiempo, la deuda que tenía de mi máster se ha cernido sobre mí y me ha impedido pensar en otra cosa. Al acabar los estudios, tenía una deuda de más de 50.000 dólares (unos 46.000 euros) y apenas he podido reducirla en estos años.
En primer lugar, señalaré mis privilegios: soy una persona blanca de los suburbios que tuvo la suerte de asistir a una universidad de élite con una ayuda financiera muy importante.
Sin embargo, aparte de estos privilegios, no he recibido ningún dinero inesperado ni ninguna herencia. Ni siquiera he ganado nunca más de 40.000 dólares en un solo año. A pesar de ello, mi patrimonio neto aumentó de -15.000 dólares a 15.000 entre enero y julio de 2021. Así es como lo logré.
Rápidamente, se convirtió en mi único objetivo: todo el dinero extra que recibía iba a parar a esa deuda, porque no podía imaginarme sintiéndome feliz y libre hasta que no hubiera desaparecido. Varios años después, y con una deuda de 37.000 dólares (35.000 euros), me di cuenta de que no tenía por qué seguir por ese camino; podía verlo de otra manera.
Después de darme cuenta de esto, tomé la decisión de parar mis pagos a los préstamos en febrero de este año. Ya había eliminado los 4 préstamos más pequeños, que oscilaban entre 1.000 y 3.000 dólares (entre 800 y 2.800 euros), utilizando el método de la bola de nieve de deudas y podía ver que estaba empezando a hacer progresos.
Al mismo tiempo, me di cuenta de que destinar todo mi dinero extra a préstamos que no devengaban intereses (durante la pandemia) no era la mejor manera de crear riqueza.
En su lugar, empecé a invertir más y, finalmente, empecé a ver cierto crecimiento. Desde que tomé la decisión de centrarme en la creación de riqueza en lugar de en el pago de los préstamos, he reconstruido mi fondo de emergencia (que se agotó por el caos que fue 2020).
2. Establecí objetivos mensuales alcanzables
Este paso —aunque parece simple— probablemente tuvo el mayor efecto de todos. Además de las transferencias mensuales regulares a mis cuentas, me fijé un objetivo financiero realista cada mes. Por ejemplo, cuando mi cuenta de inversión personal estaba en torno a los 3.800 dólares (3.500 euros) mi objetivo para el mes siguiente eran 5.000 dólares (4.600 euros) en esa cuenta.
Me fijaba un objetivo cada mes —cada uno para una cuenta diferente— y destinaba todo lo que me sobraba a ese objetivo.
Después de depositar este dinero en mis cuentas de inversión, la magia del interés compuesto se apoderó de mí y mis inversiones empezaron a aumentar exponencialmente.
En total, en julio era aproximadamente 6.000 dólares más rica que en enero gracias a haber alcanzado estos objetivos y a haber reinvertido todos los intereses y dividendos.
Cuando estaba cerca, pero creía que no lo iba a conseguir, buscaba oportunidades para ganar dinero extra o trabajaba duro para recortar mi presupuesto en otras áreas.
Era como un videojuego al que jugaba conmigo mismo, excepto que los puntos eran dinero real y el premio era una mejor base financiera.
3. Dediqué tiempo cada semana a buscar fuentes de ingresos adicionales
Sé que los trabajos secundarios o el ser autónoma no es para todo el mundo, pero suele haber alguna manera de que todo el mundo gane un poco de dinero extra. Para mí, esto significaba dedicar un tiempo específico cada semana a buscar fuentes de ingresos adicionales.
Como alguien que vive en la sabana de Alaska, mis oportunidades son más limitadas que las de la mayoría.
Lo que hice fue ampliar mi cartera de freelance y encontrar oportunidades que me ofrecía mi trabajo a tiempo completo y que aún no estaba aprovechando. Al final, estas diferentes fuentes supusieron más de 5.000 dólares adicionales que invertí en los últimos 6 meses, lo que me ha permitido superar mi objetivo original de patrimonio neto para este periodo de tiempo.
Muchas historias de éxito financiero son llamativas, pero la mía es la prueba de que no tienen por qué serlo. Tomar decisiones financieras coherentes suma y mucho, aunque no lo parezca en ese momento. No soy un ejemplo perfecto —todavía tengo 37.000 dólares en préstamos (35.000 euros)—, pero quizá la próxima vez escriba sobre cómo me he liberado de las deudas.