Te voy a revelar algo fascinante sobre cómo funciona nuestra mente.
Imagina que estás caminando por la calle, vas pensando en tus cosas y de repente se te acerca un extraño con una sonrisa de oreja a oreja y te dice:
– Oye, ¿te consideras una persona aventurera?
La pregunta es simple, casi inofensiva.
Te detienes un momento, piensas y, probablemente, respondes que sí.
¿Quién no se considera un poquito aventurero, verdad?
Ahora, justo después de eso, el mismo extraño te ofrece probar una bebida energética que nunca has probado antes.
Sin pensarlo mucho, la aceptas.
¿Qué acaba de pasar?
¿Por qué accediste a probar algo nuevo solo porque te recordaron que te consideras aventurero?
¿Te ha hecho pinza un cable cerebral?
Esto no es magia, sino ciencia, y fue un experimento real que hizo el maestro de la persuasión, Robert Cialdini.
Lo que descubrió es que cuando nos comprometemos con una idea o una imagen de nosotros mismos, como la de ser «aventureros», tendemos a actuar de manera consistente con esa imagen.
Así que, si alguien te recuerda que eres aventurero…
Tu mente, casi automáticamente, te empuja a actuar de acuerdo con eso: probando cosas nuevas, aceptando nuevos retos, o en este caso, diciendo «sí» a esa bebida energética que no te importaba una mierder.
Cialdini lo llama «el principio de coherencia», y es uno de los seis pilares que sostienen la influencia en nuestras decisiones.
Es como una especie de acuerdo que hacemos con nosotros mismos.
Si decimos que somos de una cierta manera, hacemos lo posible por no contradecirnos, incluso si eso significa comprar una bebida que, cinco minutos antes, ni siquiera sabíamos que existía.
Pero lo interesante aquí es que este principio no solo funciona para vender bebidas energéticas…
Lo usamos todos los días, y muchas veces sin darnos cuenta.
Piensa en cómo podrías aplicar este truco en tus propios emails o cualquier tipo de contacto para vender algo.
La próxima vez que quieras que alguien haga algo, tal vez solo necesitas recordarles quiénes son, o mejor aún, quiénes podrían ser.
¿Te consideras alguien espabilado?