Quiero despertarme siempre sin alarma.
No solo eso. También quiero tomar el sol a diario, bañarme en el mar y surfear si aparecen olas. Quiero tocar la guitarra, ver buenas películas, llamar a mis amigos a ver qué tal les va la vida, pasear por ese bosque que hay al lado de mi casa, cocinar recetas nuevas y comer mucho y bien.
Quiero componer música, leer y escribir, aprender algún nuevo idioma, viajar, mezclarme entre el gentío en pueblos minúsculos, ciudades medianas y grandes urbes.
Pero a veces todo esto se me olvida y digo que sí a demasiadas cosas. De repente, vuelvo a tener horarios, responsabilidades, obligaciones, estrés. Ya no puedo ir a correr a la playa a las 12, que es cuando la marea está baja.
Tampoco puedo ir al cine el miércoles, cuando le cuadra al amigo que iba a venir conmigo. Y al final no me puedo sacar el billete de avión para Mayo, ya lo siento, tengo una entrega que terminar y al cliente le urge.
Unos pocos “Sí, claro que te hago la web”, “Sí, vamos al 50-50 y sacamos esa app”, “Sí, por supuesto que quiero dar clase en el curso” y tu tiempo está hipotecado, sujeto a fechas de entrega impuestas por clientes, colaboradores y por ti mismo.
Tu idea al apuntarte a esto de vivir sin oficina no era estar 12 horas frente a una pantalla, pero ahora te toca. Haberlo pensado antes.
En mi primer año de freelance, mi mayor aprendizaje es, sin duda, que debes aprender a decir que no. Es difícil, porque uno quiere apuntarse a todo. Te despistas un día y tu lado optimista:
Ha dicho que sí a una nueva oportunidad
Ha programado una llamada con un potencial colaborador
Se ha apuntado un curso que molaría hacer
Ha empezado a ver una charla que tenía pendiente
Etc. etc. etc.
En un mundo en el que las oportunidades surgen continuamente, decir que NO es difícil. Os comparto 3 reflexiones que a mi me han ayudado:
📌 Mejor prometer poco y entregar mucho que prometer mucho y entregar poco.
Decir que SI a demasiadas cosas es la manera más fácil de no conseguir llegar a tus estándares de calidad. Y una regla no escrita de internet es que el 1% de los creadores se llevan el 99% de las oportunidades.
Por supuesto, ese 1% es el que crea contenido de calidad, sobresaliente. No te pongas la zancadilla a ti mismo, date tiempo y espacio para entregar más de lo prometido.
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📌 Diciendo que SI a una tarea que te lleva 20 horas, estás diciendo que NO a todo aquello que podrías hacer durante esas 20 horas.
No pienses solo en lo que ganas. Piensa también en lo pierdes.
📌 Si están llegando oportunidades, no hay razón para pensar que dejarán de llegar por decir que no.
Al contrario: si sigues haciendo lo que estás haciendo, no solo seguirán llegando, sino que aumentarán.
Las oportunidades son una señal de que estás haciendo las cosas bien: puedes estar tranquilo, seguir a lo tuyo, enfocarte todavía más y no dejarte llevar por el ruido. La recompensa será todavía mayor.