Los miedos primarios

¿Qué es lo que nos retiene en nuestra vida? ¿Qué nos frena para pasar a la acción? ¿Cuántas veces sabemos lo que tenemos que hacer y no lo hacemos? Cuando pensamos en todo esto, en cuál es el elemento que nos hace dudar o echarnos atrás (y que incluso nos paraliza), siempre es el miedo.

Comprendemos ese concepto desde el punto de vista intelectual, pero lo que generalmente no comprendemos es cómo un simple pensamiento es capaz de paralizarnos, impidiéndonos dirigir nuestra vida hacia donde deseamos.

Es hora de liberarse de la dictadura emocional impuesta en ocasiones por nuestros propios pensamientos. Por ello, vamos tú y yo a revelarlos, y lo haremos con una serie de artículos y con ejercicios que podrás descargarte al final de cada uno de ellos.

1. LOS MIEDOS PRIMARIOS

 

El miedo es el mayor ladrón de energía, de sueños, esperanzas e ilusiones. Es capaz de aniquilar la mejor de las ideas por miedo al ridículo, a la crítica, al rechazo o al fracaso. Pero lo peor es que llega a tumbar cualquier idea antes de ni siquiera intentarlo.

El miedo es la facultad desarrollada por todos los animales como sistema de protección. Es el mecanismo del instinto de supervivencia que genera una emoción de alerta y cuya intención es prevenirnos frente a un peligro.

El gran problema es que hemos convertido ese necesario mecanismo de protección en absurdos miedos psicológicos (mayormente infundados). Debemos entender que eso no es algo que viene desde el exterior, sino algo que nosotros mismos creamos en nuestra mente.

El miedo es la consecuencia de nuestra incapacidad de frenar los pensamientos negativos que imagina nuestra mente sobre un futuro resultado.

Los miedos son las mentiras que imagina y anticipa nuestra mente, generando expectativas distorsionadas que nos hacen sufrir innecesariamente.

¿Cuántas veces te ha pasado que durante un tiempo no te has atrevido a hacer algo y cuando finalmente lo has hecho, te has dicho ¿y por esto he estado paralizado o sufriendo tanto tiempo?

2. EL OBJETIVO NO ES NO TENER MIEDO, SINO COMPRENDERLO Y APRENDER A SUPERARLO

 

El objetivo es aprender a hacer lo que quieres hacer a pesar del miedo, aunque a veces la sociedad te diga que no deberías temer nada o que si eso te sucede es que hay algo que está mal.

Pero es todo lo contrario: tal vez si no tienes suficiente miedo es que no te estás enfrentando a nada, que no estás apuntando lo suficientemente alto. Si no sientes un punto de incomodidad es porque nada te está retando y permaneces en un lugar donde no puedes crecer.

Cada vez que el miedo reaparece en tu vida, la vida te pone a prueba. Llega ese momento en el que la vida te coloca en una posición en la que tienes que tomar una decisión: si vas a huir y mirar hacia otro lado o te vas a enfrentar a lo que te retiene.

Escapar del miedo es perpetuar los temores, porque las cosas de las que huyes te persiguen y las cosas a las que te enfrentas huyen de ti.



3. EL PRIMER PASO PARA SUPERAR LOS MIEDOS ES DESCUBRIRLOS Y RECONOCERLOS

Cuando los revelas e identificas puedes comprenderlos mejor y saber cuáles son sus consecuencias. Y es justo en ese punto cuando les quitas poder. Ese es el trabajo que debes llevar a cabo.

El miedo es la oportunidad de sacar al valiente que tantas veces se encuentra retenido en nuestro interior, al pequeño héroe que llevamos dentro. El objetivo final es convertirlo en la razón no en la excusa; es aprender a utilizar el miedo como motivación, convertirlo en tu reto, en el motivo para pasar a la acción y conquistarnos a nosotros mismos con nuestra voluntad y determinación.

Cada vez que sientas el miedo, significa que la vida te ofrece una nueva oportunidad para superarte.

Javier Iriondo

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