Las redes sociales definitivamente son una plataforma ideal para que cualquier tipo de persona comparta su contenido de preferencia, y actualmente se puede encontrar todo tipo de perfiles de creadores de contenido, desde científicos que comparten sus conocimientos hasta perfiles musicales. Este último es el caso de Necko Vidal, músico violinista que día tras día conquista a su más de un millón de seguidores en TikTok con las melodías tocadas con su violín.
Sin duda, Necko, que lleva el don de la música en sus venas desde muy pequeño heredado por su familia, ha sabido conquistar a los usuarios de TikTok con su autenticidad y talento. Desde MarketingDirecto.com hemos querido conversar con el violinista para conocer su trayectoria profesional más allá de lo musical, como creador de contenido.
¿Cómo surgió la idea de empezar a hacer contenido en las redes sociales? ¿fue de manera orgánica o planeado?
Fue completamente orgánico, a nivel de usuario. Yo trabajaba de camarero y de vez en cuando me salían trabajos como violinista, en bodas, eventos y girando con orquestas. No estaba en mi mente tocar el violín en redes sociales porque me daba mucha vergüenza que me viese alguien del conservatorio. Pero un día de manera completamente inocente, hice un vídeo con el violín, y la respuesta, para alguien que simplemente usaba TikTok como usuario, fue grandísima. Así que tuve que hacer un proceso de superar ese miedo a exponerme violinisticamente hasta descubrir que era un contenido que a la gente le encantaba. Hasta que, de repente, me encontré en la situación de poder estar trabajando de ello.
Antes que creador de contenido eres músico, ¿cómo crees que las redes sociales han influido en tu carrera?
Pues ha influido de manera positiva y negativa. La positiva es evidente, tengo mucho más trabajo que la gran mayoría de las personas que hicieron la carrera conmigo, y eso es impresionante, se me han abierto muchísimas puertas. La parte mala, tal vez, es que aún hay mucho estigma con las redes sociales, y eso de cara a los sectores musicales más profesionales me quita un poco de credibilidad al pensar que estoy desvirtualizando la música llegando a un público joven, exigente e internauta. Pero estoy trabajando mucho para cambiar esa percepción poco a poco.
¿Cómo fue ese proceso de ir creciendo e ir dándote a conocer cada vez más gracias a tu contenido en TikTok?
Pues es algo que a día de hoy sigo tratando de asimilar. Lo más «duro» es darte cuenta de que el anonimato es algo que no se valora lo suficiente, y hay muchas cosas que no puedo hacer tan tranquilo como antes de ser más conocido con las personas. Pero por supuesto es súper gratificante que las personas que te conocen te paren y te digan cara a cara lo mucho que les gusta lo que hago, es algo que valoro muchísimo, porque no todos tienen la suerte de tener un feedback tan directo por parte de quien consume tu trabajo. Esa parte a mí me motiva muchísimo a seguir adelante. Pero sí que es verdad que hay cosas que aún trato de asimilar, y siempre trato de estar cerca de personas que me quieren y me mantienen firme en mis valores sin dejarme llevar por el reconocimiento público.
Actualmente, ¿podrías llegar a considerar la creación de contenido como parte de tu profesión?
Es realmente una gran parte de mi profesión, por no decir la fundamental. Mi sector es el musical desde una persona profesional hacia un grupo de personas no necesariamente profesionales, al final llego a muchísima gente que gracias a mí han podido acercarse a la música de manera más sencilla, y eso me da mucho trabajo y oportunidades. Estoy muy agradecido a las redes sociales y a la vida que estoy viviendo gracias a estas.
¿Cuál es el principal reto a día de hoy a nivel creación de contenido tanto a nivel profesional y personal?
Sobre todo, darse cuenta de que el público es cada vez más exigente. Lo que subí hace un año no tendría el mismo éxito ni la misma visibilidad hoy. Y a veces, tener que reinventarte todos los días y sacar nuevas ideas para seguir sorprendiendo, es muy agotador. A nivel personal, muy relacionado con esto último, el mayor reto es mantenerte estable en tu propia percepción como persona y artista a pesar de que un vídeo vaya mejor o peor. La estabilidad en ese sentido es muy complicada, tanto no venirte abajo cuando algo no funciona como no ilusionarte demasiado cuando algo funciona muy bien. Yo trabajo cada día en separar que mi talento, mi esfuerzo y mi producto son suficientemente buenos y valiosos independientemente de que lo que publique tenga mejor o peor acogida.
¿Qué ventajas podrías destacar que aportan plataformas digitales como TikTok a las marcas o anunciantes y qué ventajas ves a nivel de usuario/consumidor?
La principal ventaja es la de la cercanía que existe entre un influencer y sus seguidores. Cuando un creador de contenido conoce a su público, sabe perfectamente de qué manera van a escucharles cuando colaboran con determinadas marcas. Cuando un creador de contenido profesional acepta una colaboración con una marca, la marca debería estar tranquila de que el creador va a ser capaz de hablar a sus seguidores de un producto sin que sientan que les están vendiendo algo a la fuerza. Y eso es algo que yo, como consumidor, valoro mucho. Si una figura pública a la que sigo viene a hablarme de una marca en concreto, yo voy a quedarme a escuchar, porque si me gusta su contenido tiendo a fiarme de lo que me quiere enseñar a nivel corporativo.
Es cierto que las campañas son, por lo general, un punto crítico y decisivo para los seguidores, porque dependiendo de cómo lo lleven y los valores que promulgue, puede llegar a ser algo polémico. Por eso creo, como creador, que una colaboración con una marca tiene que estar en sintonía con el perfil y ser mostrado de una manera completamente orgánica. Si una marca colabora conmigo, siempre me aseguro de eso, y normalmente tengo las mismas visitas que en un vídeo normal.
¿Qué opinas de la regulación del contenido de los influencers? ¿Hasta qué punto crees que se debe limitar la publicidad con influencers?
Creo, desde mi humilde opinión y sinceridad, que ha sido una estrategia por parte de la publicidad televisiva al ver que su nicho está siendo muy afectado, y creo que ha sido un movimiento inteligente si quieren igualar ambos terrenos. Creo, sin embargo, que deberían aceptar que cada vez menos personas ven la televisión como tal, y que un anuncio en televisión es muchísimo más caro que lo que se le paga a un influencer por sus campañas, que además tienen un público mucho más acotado y es más fácil de cara al perfil que pueda interesar a cada marca.
Aún así, por otro lado, sí que creo que los que tenemos un altavoz en la sociedad joven a través de internet, tenemos también una influencia tremenda de la que ni siquiera nosotros mismos somos conscientes, y por esa parte, puedo llegar a entender que haya sectores que teman por alguna especie de adoctrinamiento hacia este público joven. Yo, personalmente, pienso que hay que hacer un muy mal uso de este altavoz para llegar a este punto; sin embargo, entiendo perfectamente las medidas.
¿Qué les pedirías a las marcas en su relación con los creadores? ¿Qué deberían mejorar?
Por encima de todo, creo que necesitan ser más específicos con el tipo de contenido que requieren para la campaña. Como músico, muchísimas veces he tenido que repetir un vídeo más de una y más de dos veces, porque en el propio briefing estaba mal explicado, y una vez se llevaba a cabo el vídeo, se daban cuenta de que lo habían explicado mal y que querían una cosa completamente diferente. Y por otro lado, creo que están perdiendo grandes oportunidades con creadores de contenido que se salen del lifestyle: yo entiendo que es más sencillo mandar campañas a personas que hacen de su vida diaria un contenido orgánico. Pero, realmente, sobre todo en el sector artístico, las oportunidades de colaborar con músicos, artistas, ilustradores y un largo etcétera, llaman mucho más la atención que las veces que se colaboran con perfiles más normativos. Yo tengo muy comprobado que mi público, cuando ve mis campañas, se queda a verlas aunque solo sea por la curiosidad de saber qué reto musical he hecho al respecto, o qué he creado para ello. Luego tendrán o no acercamiento a la marca, pero la información la reciben. De hecho, en mis campañas, la mayoría de los comentarios son «así da gusto ver publicidad». Creo que los perfiles artísticos tienen muchísimo más potencial a nivel publicidad y hay una reticencia a la hora de colaborar con ellos que no entiendo, cuando el resultado puede llegar a ser más profesional al estar relacionado directamente con su profesión.
¿Cuál es el mito mayor extendido sobre los creadores de contenido y que te gustaría erradicar?
El mayor mito es que los influencers cobramos por no hacer nada, que somos de piedra al tener miles de seguidores y eso sirve de argumento para opinar cualquier cosa sobre ellos aunque sea extremadamente cruel, que son personas que les han regalado todo en la vida, y que son exactamente iguales a como se muestran en redes.
De todo lo que he dicho, las tres primeras las querría erradicar porque no son ciertas, ser creador de contenido es un trabajo a nivel psicológico muy retador, y hay que estar muy preparado para afrontarlo porque las personas son capaces hasta de criticar, por ejemplo, cómo una influencer lleva o deja de llevar el duelo del fallecimiento de su pareja, como le ocurrió a Nerea cuando Charlie falleció por cáncer. El usuario medio la mayoría de las veces critica por envidia o por falta de oficio, y eso como creador de contenido tienes que tenerlo en cuenta.
Por otro lado, en relación a lo último que he dicho sobre la realidad de los influencers, creo que todo el mundo debería ser consciente de que la gran mayoría de creadores no muestran la realidad de sus vidas, sino una parte muy idealizada. Debería ser erradicada en cuanto a que muchas veces se blanquean y se exaltan perfiles que yo, como creador, soy consciente de que son realmente falsos, y eso quita credibilidad a otros creadores que sí que tienden a ser más realistas.