Zoom, Loom, GitLab, Slack… Las aplicaciones para hacer videoconferencias se han vuelto imprescindibles para muchas empresas en tiempos de pandemia. Sin embargo, no todas tienen por qué servir para la misma función. Dependiendo de lo que tu equipo necesite en cada momento, es mejor utilizar unas que otras.
Sin duda, la pandemia ha supuesto un crecimiento meteórico para estas plataformas a causa del teletrabajo (algunos trabajadores hasta han acordado bajarse el sueldo para trabajar desde casa). En esta lucha por el dominio del sector, muchas aplicaciones de videoconferencias ofrecen diferentes utilidades que puedan satisfacer la demanda tan diferente del mercado. No en vano, el teletrabajo ha llegado a sectores muy diversos, cada uno con sus particularidades.
En este contexto, muchas empresas buscan reinventarse para poder conservar la creatividad dentro de sus equipos. Otras buscan representar la espontaneidad de una conversación frente a la máquina de café de la oficina… Y otras aspiran a integrar en el grupo de trabajadores a las nuevas incorporaciones, algo complicado si se pierde el trabajo presencial. Así, dependiendo de las necesidades de cada empresa, una plataforma de videoconferencias es más útil que otra.
Una plataforma de videoconferencias para cada función
Una oficina virtual. La plataforma Knock ha diseñado un espacio virtual que replica la vida en la oficina. Salas de reuniones, puestos de trabajo individuales y hasta una zona para descansar del trabajo y hablar con otros compañeros. En definitiva, todas las ventajas que trabajar en la oficina ofrecía antes de la pandemia y que ahora los empleados pueden echar de menos. Todo ello, a través de un sistema de chat con audio y vídeo.
Grupos de trabajo aleatorios. Una de las compañías punteras en soluciones para el trabajo en remoto, Gitlab, ha puesto en marcha varias soluciones para favorecer el trabajo en equipo de los teletrabajadores. Por un lado, su sistema cuenta con un grupo en Slack que empareja a trabajadores al azar para hacer nuevos equipos y fomentar el trabajo conjunto entre todos los miembros de la empresa. Además, han ideado un sistema para integrar en el grupo de trabajo a las nuevas incorporaciones: “Hemos hecho ’15 x 15 ‘en nuestra oficina virtual. Son 15 minutos de conversación con 15 personas nuevas durante unas pocas semanas para los nuevos miembros”, explica Gay Flashman, CEO de la compañía.
En vídeo, mejor que solo audio o por escrito. En un contexto donde es mucho más difícil que antes poner cara a compañeros, clientes o proveedores, el vídeo es más importante que nunca. Dicen que una imagen vale más que mil palabras, y en muchos casos el refrán tiene razón. Por eso, plataformas de videoconferencias como Loom han incorporado la función de enviar mensajes cortos en vídeo como forma de comunicarse de manera más dinámica en el día a día del teletrabajo.
Encuentros presenciales cada cierto tiempo. Aunque las aplicaciones de videoconferencias y trabajo en remoto facilitan mucho la vida para poder teletrabajar mientras se reduce el impacto de la distancia, lo cierto es que aún no se acerca a poder compartir un encuentro cara a cara. Por eso, algunas compañías están organizando eventos presenciales cada cierto tiempo, en los cuales se respetan las medidas de seguridad. Y, según los directivos de las empresas que lo ponen en práctica, estos encuentros suelen ser más productivos que las reuniones por videoconferencia. Todavía queda mucho que mejorar en este aspecto.