El viernes estaba mirando Instagram (mal) y como no sigo a (casi) nadie… me muestra resultados al azar.
El algoritmo no es muy fino, la verdad, y me acaba enseñando temas raros de redes sociales, perritos y gente de la Isla de las Tentaciones.
Total, que el otro día me apareció una publicación de una persona que no recuerdo con este título:
«Con esta técnica derribarás cualquier objeción».
Como era un carrusel, fui dándole hacia delante y de pronto apareció la GRAN técnica:
«Si te aseguro que con este programa conseguirás los resultados en los próximos 3 meses, ¿lo harías?».
Y luego decía que con eso derribabas cualquier problema de tiempo o dinero sin hablar ni de tiempo ni de dinero.
En fin.
Muchas veces me han preguntado si se pueden asegurar resultados y mi respuesta siempre es la misma:
NO.
No puedo estar seguro ni de que te va a llegar este email porque puede que Active Campaign no lo mande, acabe en spam o tu servidor lo rechace…
¿Cómo voy a asegurar resultados?
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Lo que vi en Instagram es justo lo que ha llevado a este sector a un punto concreto donde la mayoría piensa que todos los que vendemos un programa somos asiduos de la sala de fumadores (broma compleja).
Yo me he equivocado alguna vez siendo muy optimista y hasta dando previsiones irreales a clientes.
Admitir errores es sano.
Pero derribar las objeciones con ese argumento solo te llevará a tener clientes descontentos, promesas incumplidas y ventas hechas desde «niveles de fuerza».
Y eso me ha llevado a reflexionar sobre algo que ya hablamos en el primer evento del Galaxy Mastermind:
Es decir, ¿qué puedo prometer y qué no?
¿Qué me juego si digo que conseguirás esto o esta otra cosa?
Y esa reflexión la he convertido en un episodio de The Conversion Show.
Y en los comentarios me dices cuál es tu conclusión tras hacerte la misma pregunta.
Javi «el que sí que está prometido» Pastor