¿Cuánto vale tu newsletter?

Existen varias formas de monetizar una newsletter:

  • Con patrocinios
  • Con enlaces de afiliados
  • Con recomendaciones pagadas
  • De forma indirecta, ofreciendo productos o servicios
  • Y mi favorita: con una versión de pago

Poner precio a una newsletter privada, sin embargo, es complicado. Seguro que se te han pasado algunas de estas dudas por la cabeza:

¿Si Netflix tiene planes desde 5 euros, como voy yo a pedir más por una simple newsletter?

¿Por qué hay newsletters que piden 20 o más euros y otras que parece que solicitan una limosna?

¿Qué precio tengo que poner para que, cuando lance mi versión de pago, mis expectativas no se queden más mudas que la h?

Sobre precios en productos digitales hay mucho escrito. Sospecho que a la gente también le gusta hablar de ello incluso cuando no tiene experiencia.

Aquí, solo te voy a contar lo que yo he aprendido por el camino, a veces a base de tortazos, y otras veces convencido de hacer lo adecuado.

En esta lección del minicurso vamos a ver:

  1. Por qué nos gastamos mucho dinero en tonterías y somos tacaños con cosas que nos aportan, y cómo aplicarlo a tu newsletter
  2. Qué diferencia a las newsletters de precio alto de las de precio bajo
  3. Cómo elegir el precio para tu newsletter de forma realista
  4. El as en la manga que te recomiendo que te guardes

Vamos allá.

1) El único precio bueno es el adecuado para cada comprador en un momento dado

Debes dar por hecho que siempre habrá gente que verá algo como caro, y esa misma cosa a otras personas les puede parecer muy barata.

Y esto no tiene que ver con capacidad adquisitiva. Te explico.

Hay una máxima en ventas que sobrevolamos en la lección sobre mentalidad que dice que no hay un precio caro o uno barato, sino que todo depende del valor percibido de quien lo paga.

  • ¿Por qué hay gente que paga 800 euros por una camiseta de Balenciaga cuando el propio diseñador, cuyo nombre quieren lucir, en su vida habría diseñado camisetas?
  • ¿Por qué pagas 20 euros por unas cervezas y algo de picar y te parece caro ese mismo importe invertido en una formación online?
  • ¿Por qué hay gente que paga 6.000 euros por un máster?

Que un comprador encuentre adecuado un precio es una combinación del beneficio que percibe que va a recibir (además en el menor tiempo o con el menor esfuerzo posible) junto con algunos deseos de fondo que suelen tener que ver con el estatus y los atajos para conseguirlo, la satisfacción, la tranquilidad o la sensación de pertenencia.

✈️ Vamos a intentar aterrizarlo: si tu newsletter privada aporta un beneficio más o menos claro o tangible (los entregables de los que hablábamos también la edición pasada), puedes partir de un precio base. Y si crees que tu tema o tu contenido sacia uno de esos deseos, podrás ir modulándolo hacia arriba o hacia abajo.

Porque no todos los deseos que despertamos funcionan igual:

  • El estatus (la camiseta de Balenciaga), los atajos (el máster de 6.000 euros) y la satisfacción (la cervecita a 6 euros pero frente al mar) se pagan más caros
  • La tranquilidad o reciprocidad (devuelvo con dinero algo que recibo) o la sensación de pertenencia (una comunidad, ONG, causa…) se pagan más barato

Por mi experiencia no hay fórmulas mágicas ni matrices que puedas resolver para dar con un precio perfecto para lo que propones, pero jugar con esos elementos te puede empezar a orientar.

De hecho, seguro que estás pensando lo siguiente:

Si una newsletter de pago es sobre inversión, puede pedir más dinero que otra sobre narrativa en la que se ofrece acceso a exclusivo a nuevos relatos del autor.

Bingo. Has acertado. Puede no ser siempre así, pero es un patrón común, para bien o para mal.

2) Precios de nicho (alto) vs precios generalistas (bajos)

Otra teoría sobre pricing que te puede ir bien conocer —aunque yo no comulgo demasiado con ella— es la que divide los precios y sus importes entre de nicho o de masa:

  • Una newsletter de nicho sería, por ejemplo, para dentistas que quieren mejorar la captación de clientes de sus clínicas o, saliendo del negocio más puro, para autores que quieren autopublicar en Amazon en un género muy concreto.
  • Una newsletter generalista podría ser esta que lees, enfocada a personas que quieren emprender y progresar escribiendo y publicando online. Estáis suscritos desde autores más cercanos a la literatura, a blogueros, newsleteros, copywriters, periodistas, empresarios… Lo dicho, generalista.

En los últimos años se ha extendido entre los pseudo-gurús del marketing que las newsletters y los productos de nicho pueden tener un precio más alto, y que las generalistas más bajo.

Estoy en parte de acuerdo, pero para mí sigue siendo primordial algo de lo que ya hemos hablado en este minicurso:

  • La propuesta y su encaje
  • El tamaño de tu lista de correo abierta (tu audiencia)
  • Y qué percibe que le aporta el potencial lector de pago

Te aseguro que hay nichos nada rentables y personas que han buscado crear algo en ellos siguiendo el falso axioma de que concreto es igual a caro y han tenido que irse por donde han venido.

Por otra parte, si tu newsletter tiene un enfoque generalista, lo habitual es que tenga un precio más económico porque puede resultar interesante para tipos de público distintos, y la casuística y la forma de ver el precio variará también entre ellos. Ante esa situación, lo que lo sencillo es buscan un mínimo común.

En síntesis: es más fácil poner un precio más elevado si tienes una newsletter de pago enfocada en un nicho o sector concreto, pero si los lectores encuadrados en ese nicho no valoran que tu propuesta sea buena, estamos en las mismas.

3) ¿Cómo elegir precio? Hacer cuentas puede ser un gran comienzo

(y asume que es más fácil pecar de poner un precio excesivamente bajo)

Al final, para poner precio creo que deberíamos partir simplemente de hacer cuentas.

En ediciones pasadas hemos comentado que el porcentaje de conversión de una newsletter de pago (cuántas personas acceder a pagar por tu contenido de tus suscriptores totales) se mueve entre el 5 y el 10%.

Puedes jugar con esa horquilla para saber cuántos subs de pago tendrás y deducir el precio en función de los ingresos que te gustaría generar.

Acudamos a un ejemplo:

  • Si tienes 1.000 suscriptores, con un 5% de conversión a la versión de pago significará que 50 pasarán de forma inicial a apoyarte.
    • Si le pones un precio de 5 euros al mes eso dan 250 euros menos gastos. Si le pones un precio de 10 euros al mes serán 500 euros menos gastos.

Estas ‘cuentas de la vieja’ van bien para no meternos en nuestras propias jaulas de oro: una newsletter de pago que te obligue a trabajar bastante a cambio de muy poco dinero.

Como he dicho antes, si las cuentas no te salen, mejor replantea tu estrategia, espera un poco y enfócate en hacer crecer tu lista en abierto.

Eso sí, debes tener una cosa clara: siempre es más fácil que peques de poner un precio muy bajo que de poner uno muy alto. Tendemos a valorar de mala forma lo que creamos.

A estas alturas puede que te surjan otras dudas, como si debes ofrecer un plan anual (algo a lo que Substack obliga en el momento de escribir estas líneas) y otros aspectos importantes.

Bien:

Si solo puedes leer algo de esta lección para orientarte sobre qué precio poner, que sea esto: sitúate entre 5 y 20 euros al mes en función de tus cuentas, sector y el encaje que creas que tiene tu propuesta.

Si valoras ofrecer un plan anual, puedes hacerlo con un descuento por el compromiso que supone cobrando 10 meses en lugar de 12 (ej: si cobras 5 euros al mes, pide 50 por el mensual en lugar de 60)

Valora empezar con un precio que te permita subir a futuro y conformar una pequeña comunidad inicial para que no te sientas atascado.

4) La clave es saber si piensas a corto o a largo plazo

(y guardarte posibles subidas de precio en la manga)

Además de hacer cuentas, otro aspecto importante es saber qué necesidades tenemos:

  1. Si necesitamos hacer un negocio de nuestra newsletter lo más rápido posible
  2. O si podemos darle tiempo e ir creciendo con ella

OjO, he dicho “qué necesidades”, no “qué queremos”. A todos nos gustaría que desde el inicio nuestra news aportara a los lectores, nos llenara el pecho de orgullo y además el bolsillo, pero puede haber personas que necesiten probar esta bala de forma rápida para ver si les es rentable y otros que pueden verlo como un pequeño extra mensual.

  • Si eres de los que quieren exprimir tu newsletter para ver cuánto puede dar de forma rápida, te recomiendo tirar por propuestas y precios más elevados.
  • Si puedes darte tiempo, te recomiendo empezar por un precio que te permita subir.

Verás, te expongo mi caso. El Club Escribe empezó costando solo 5 euros al mes (pequé de un precio muy bajo), pero lo bueno es que ese precio de base me ha permitido hacer subidas conforme aumentaba el contenido y el número de ediciones y recursos disponibles.

  • La primera subida fue de 5 a 9 euros
  • La segunda subida fue de 9 a 11 euros
  • Y la última subida fue de 11 a 14 euros

Como ves, los humanos, ante algo que siempre está disponible (como darse de alta en una newsletter) muchas veces solo reaccionamos cuando vemos que va a ser más caro.

¿Subirá más a futuro? Seguro que sí porque el contenido es acumulativo. Eso sí, a los miembros actuales siempre les mantengo el precio al que se suscribieron. Es una forma de premiar la fidelidad y estar desde el principio.

Te recomiendo hacer lo mismo.

La clave aquí: si puedes permitírtelo, piensa en un precio que te permita crecer conforme crezca tu publicación y que además premie a los que entraron primero.

Ese, al menos, es mi consejo.

Eso es todo por hoy.

Víctor

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