El teletrabajo, que tan aceradas críticas recibía por parte de algunos jefes hasta hace no mucho, se ha convertido en la norma en muchas empresas como consecuencia del coronavirus. Pero, ¿están de verdad preparadas las compañías para hincar el diente al «home office»? Parece que mayoritariamente sí lo están (o al menos están poniendo de su parte para que así sea).
Según un reciente estudio llevado a cabo en Alemania por Civey, el 52,5% de los trabajadores estima que la empresa que le tiene en nómina se ha adaptado bien o muy bien al teletrabajo. Aun así, el 33% de los empleados echa en cara a sus empleados están afrontando mal o muy mal el «home office».
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Parece que las mujeres son más críticas que los hombres a la hora de valorar la manera en que están implementando las empresas el teletrabajo en sus propios dominios. Mientras el 59,2% de los hombres tilda de buena o muy buena la adopción del «home office» por parte de las empresas, solo el 44,8% de las mujeres ostenta idéntico parecer.
El 39,% de las féminas considera además que sus empleadores se han preparado mal o muy mal para afrontar el trabajo remoto desde casa. En el hecho de que las mujeres juzguen de manera mucha más crítica que los hombres la implantación del «home office» podría influir que ellas están más ligadas que ellos a trabajos de naturaleza social (donde los retos emanados del teletrabajo son mucho más mayores).
En cuanto a los obstáculos más frecuentes con los que se topan los trabajadores cuando se aproximan al trabajo a distancia desde casa, destaca la comunicación (inevitablemente mermada) con sus colegas y clientes (23,4%).
El 19,2% de los empleados se lamenta de estar a merced de mayores distracciones y el 18,2% da cuenta de interrupciones provocadas por sus hijos y sus familares.
Sólo el 17,9% de los trabajadores declara tener problemas con la conexión a internet y un porcentaje igualmente reducido (16,9%) se queja de no tener suficiente equipamiento técnico. A menor es el porcentaje de empleados (14,5%) que dice contar con poco espacio para acometer su labor profesional.
El 37,3% de los trabajadores asegura no tener que enfrentarse a ninguno de los problemas anteriormente mencionados a la hora de desempeñarse laboralmente en casa.
Si nos detenemos en la concentración, si ésta aumenta a disminuye en tiempos de coronavirus, los empleados parecen estar divididos en tres grupos claramente diferenciados. El 33,5% trabaja con mayor concentración, el 36,5% está menos concentrado y el 27,7% no aprecia cambio alguno en su nivel de concentración. Entre las mujeres, al parecer más indecisas, este último porcentaje pega el estirón hasta el 30,8%.