Una de las premisas del marketing que lo ocurrido durante este 2020, por cuenta de la pandemia provocada por el COVID-19, ha reforzado es aquella de que ser visible es la condición sine qua non para sobrevivir en el mercado. No para vender, no para ser exitoso, no para ser referente de tu nicho: para sobrevivir. Si consigues este objetivo, más adelante puedes pensar en el resto.
Parece sencillo, pero es justo en este punto en el que comienzan los problemas. ¿Por qué? Porque la mayoría de los emprendedores no sabe cómo ser visible. De hecho, son muchos los que se dejan llevar por la tendencia del mercado y creen que la estrategia adecuada es hablar de sí mismos, de sus hazañas, de su cuenta corriente, de la cantidad de fans que tienen en las redes sociales.
Y no, no es por ahí. Ese, amigo mío, es un camino equivocado. Lo más seguro es que si transitas por ahí el mercado te perciba como un vendehúmo, como más de los mismo, como otro de tantos que está tras su dinero. Entonces, no solo te ignorará, sino que algunos inclusive te expondrán y tu imagen, tu empresa, tu producto, sufrirán las consecuencias. Repito: no, ese no es el camino.
Otra tendencia que cuenta con gran arraigo en internet es la de creer que basta con aparecer en las redes sociales para ser visible. Y no, tampoco es por ahí. Sí lo fue en algún momento, pero hace años, antes de que a Facebook se le ocurriera implementar odioso algoritmo. Ahora, por culpa de este intruso, solo nos ven aquellas personas que Facebook determina según su criterio y capricho.
Claro, salvo que pagues publicidad y que, además y muy importante, sepas segmentar tu audiencia. Porque, no sobra decirlo, no es suficiente con pagar publicidad: si los avisos aparecen en los perfiles de las personas equivocadas, es decir, en aquellas que no están interesadas en lo que ofrecer, será dinero perdido. Publicidad paga y la adecuada segmentación te dan visibilidad.
Sin embargo, hay otros aspectos que debes considerar. Por un lado, que tus clientes no estén en Facebook o Instagram o que, por otro, seas nuevo en el mercado, una persona que pone en marcha su primer negocio y, por ende, ni siquiera tiene una lista de contactos. En ese caso, lo que necesitas es implementar otras estrategias que te permitan ser visible y llamar la atención.
Si estás en la situación de ser un novato en el mercado y no tener una lista el mejor consejo que puedo darte es que te conviertas en generador de contenido. Y algo más: que lo publiques en tus propios medios. ¿Por qué esta alternativa? Porque es la más conveniente para crear una comunidad y comunicarte con ella, además del beneficio de generar confianza y credibilidad.
Uno de los obstáculos más frecuentes en el camino de los principiantes es que creen que pueden valerse de los medios de otros para ser visibles. Quizás te alcancen a dar una exposición mínima, pero su efecto será efímero y lo que requieres es un impacto sólido, a largo plazo. De hecho, esta es la estrategia que desde hace añs adoptaron también las grandes marcas, las millonarias.
¿Por qué? Primero, porque el costo de aparecer en medios ajenos subió considerablemente y ya no era rentable. Segundo, porque los medios tradicionales dejaron de ser artículos de primera mano para los clientes. Tercero, porque muchas veces lo que se publicaba no respondía a sus necesidades. Y cuarto, lo más importante, porque descubrieron el poder de los medios propios.
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Ahora, veamos la otra cara de la moneda: ¿cuáles son los beneficios que puedes obtener con medios propios?
1.- Creas una audiencia. Es fundamental en el marketing del siglo XXI, en el que hacer negocios consiste en establecer una relación de intercambio de beneficios a largo plazo con cada uno de tus clientes, una relación basada en la confianza y la credibilidad. Una relación que, además, debes nutrir de manera permanente y la mejor estrategia para conseguirlo es crear contenido de valor.
La mayor ventaja de una audiencia propia es que no dependes de otros medios, de otras personas para comunicarte con ella. Además, son prospectos cualificados que llegaron hasta allí porque en efecto están interesados en lo que ofreces. Entonces, no solo te prestan atención, sino que también están dispuestos a interactuar contigo, a conversar contigo. Esa es la clave.
2.- Tráfico orgánico. Está claro que hoy no puedes depende de esta fuente de tráfico y que si quieres un mayor impacto con tus estrategias debes generar tráfico pago (a través de publicidad). Sin embargo, el tráfico orgánico es una excelente inversión para tu negocio, porque te permite atraer prospectos cualificados prácticamente sin invertir un dólar. ¡Sí, puede ser gratis!
Cuando el contenido que compartes a través de tus medios propios es de calidad y les aporta valor a las personas que lo consumen, será más fácil atraerlas y convertirlas en clientes. De hecho, hay algunos estudios de agencias de marketing que indican que el costo de un lead captado a través de contenido es hasta un 65 % menor que cuando proviene de una campaña de pago. ¡Wooowww!
3.- El contenido es un activo. ¿Lo sabías? La verdad, mucha gente lo desconoce en especial porque nunca se han dado a la tarea de publicar contenido propio. Como seguramente lo sabes, publicar contenido de valor ha sido el sello característico de mi marca. Este que estás leyendo es uno de los blogs más antiguos del mercado, pero también uno de los mejor valorados por lo que ofrece.
La clave radica en dos características: el valor del contenido, por un lado, y la consistencia de la estrategia de publicación. ¿Esto qué quiere decir? Que publiques al menos dos o tres veces por semana, en horarios establecidos, sin falta. No es que publiques de cuando en cuando y luego desaparezcas: ¡eso no sirve! Tu contenido es un activo si hay coherencia y consistencia.
4.- Fidelización. Este, por si no lo sabes, es uno de los efectos más importantes de la publicación de contenido en medios propios y, sin duda, el que tu negocio más agradecerá. Una vez captaste la atención de los prospectos y los convertiste en clientes, es el contenido de valor el que permite nutrirlos, educarlos, entretenerlos y mantenerlos a tu lado, hacer que compren una y otra vez.
Y a medida que reciben múltiples beneficios de tu parte se transforman en evangelizadores de tu marca y de tus productos, es decir, hablan bien de ellos y te refieren con sus familiares, con sus amigos. Este es un objetivo muy difícil de conseguir si te limitas a los medios ajenos, a las redes sociales. De hecho, solo puedes fidelizar a clientes que ya sean parte de tu comunidad.
Ahora, te preguntarás ¿de cuántos y de cuáles medios propios debes disponer? Eso solo lo puedes responder tú. Depende, también, de con qué formato te sientes más cómodo y puedes generar un mayor impacto con tus publicaciones. ¿En video? YouTube. ¿En voz? Un pódcast. ¿En texto? Un blog, e-books o reportes. La respuesta también depende de tu audiencia, de sus gustos.
Una de las premisas básicas del éxito en los negocios, dentro o fuera de internet, es que tengas el control de lo que haces, de tus estrategias, incluida la de contenidos. Y la única forma de tener el control es que los medios a través de los cuales te comunicas con el mercado sean propios. Esta, créeme, no es una decisión fácil, pero con seguridad es una que tu negocio y tus clientes agradecerán.
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