Los influencers ya se embolsan dinero a manos llenas con sus publicaciones en las redes sociales y ahora podrían hallar también otra jugosa fuente de ingresos con la inestimable ayuda de la inteligencia artificial (IA). Caryn Marjorie, una influencer estadounidense de 23 años, ha abierto la veda con el lanzamiento de CarynAI, una réplica virtual de sí misma generada con IA.
Caryn, que cuenta con casi dos millones de seguidores en Snapchat, decidió alumbrar una doble de sí misma para que las personas lastradas por la soledad pudieran disfrutar de ese clon en calidad de amiga o novia (CarynAI no tiene prurito alguno a la hora de involucrarse en conversaciones con tintes románticos) y también para levantar los cimientos de un lucrativo negocio.
Al fin y al cabo, CarynAI, la doble de la influencer, no trabaja gratis y cobra a los suscriptores que se benefician de sus servicios aproximadamente un dólar (91 céntimos) por un minuto de conversación con ella.
CarynAI echa anclas en la API de GPT-4 de OpenAI y fue entrenada tomando con referencia los vídeos (actualmente borrados) del canal de la influencer en YouTube.
Algunos han comparado a CarynAI con una suerte de Siri capaz de involucrarse en conversaciones de naturaleza íntima, pues más allá de agasajar a quienes pagan por hablar con ella con recetas, comentarios sobre noticias de actualidad y palabras de ánimo, está perfectamente capacitada para embarcarse en diálogos románticos (y hasta subidos de tono).
De acuerdo con la web de CarynIA, se han invertido la friolera de 2.000 horas para recrear la voz, el comportamiento y la personalidad en el mundo real de Caryn y alumbrar «una experiencia inmersiva» que no dista en realidad demasiado de una conversación con la influencer de carne y hueso.
CarynAI quiere curar el virus de la soledad que acogota a los centennials
Pese a lo oneroso de sus servicios, CarynAI cuenta ya con 1.000 suscriptores de pago. Y su creadora está tan convencida de la viabilidad de su nuevo negocio que cree que podría llegara embolsarse 5 millones de dólares al mes (siempre y cuando, eso sí, 20.000 de sus 1,8 millones de seguidores en Snapchat se avinieran al «alquilar» como novia a CarynAI).
«Puesto que he sido la primera influencer en embarcarse en este tipo de negocio, he podido poner a mi producto que el precio que he querido», dice Caryn en declaraciones a Insider. «El precio está basado en lo que cuesta operar CarynAI y procurar soporta al equipo que hay detrás», dice la prescriptora.
Caryn dice que su réplica virtual es «coqueta y divertida», lo cual encaja perfectamente con su personalidad en el mundo real, pero intenta en todo caso ir siempre un paso por delante para evitar que el chatbot pueda eventualmente lacerar su propia reputación. Y por eso su equipo y ella están trabajando activamente para solventar los «bugs» que han hecho posible que CarynAI pudiera mantener ocasionalmente conversaciones sexualmente explícitas con los usuarios.
La influencer no hace ascos en todo caso al romance nacido potencialmente de las entrañas de la IA. «En el mundo actual los jóvenes de mi generación, la Generación Z, están bregando con los efectos perniciosos de la soledad propiciada por la pandemia, tanto que muchos se sienten demasiado ansiosos e inseguros como para atreverse a hablar con aquellas personas que les atraen», dice Caryn.
«CarynAI es el primer paso en la dirección correcta para curar la soledad. A los hombres se les dice que repriman sus emociones, oculten su masculinidad y que no hablen de los problemas que tienen. Prometo arreglar esto con CarynAI”, asevera la creadora de contenida.
No contenta con ganar dinero a manos llenas con su clon virtual, Caryn se ha propuesto reinvertir todos los beneficios generados por CarynAI en su propia compañía. «Quiero que CarynAI me sobreviva e impacte también en las generaciones futuras», subraya.