Cómo y cuándo arrancar tu newsletter de pago

Espero que estés muy bien. Aquí Víctor, en una nueva edición en abierto de Escribe PRO.

Estos días, antes del cierre del Club, estoy enviándote en forma de minicurso por e-mail gratis todo lo que sé sobre newsletters de pago, basándome en mi experiencia tras dos años con este proyecto.

Hoy toca el segundo envío: sobre cómo arrancar y cómo plantear una newsletter de pago.

Vamos allá, que tiene miga. En este correo vamos a hablar de…

  • Por qué una newsletter de pago puede ser un negocio muy apropiado para un escritor o creador
  • Cómo elegir de qué escribir en tu newsletter de pago
  • Cómo saber si estás listo o lista para lanzar tu newsletter
  • Y la temible trampa del substackero emocionado

Empezamos:

Por qué una newsletter de pago

Las newsletters de pago son un terreno más o menos novedoso en el panorama de la escritura y la publicación digital. Cuando se me pasó por la cabeza iniciar una apenas había referentes, y menos en habla hispana.

Eso sí, ya empezaban a surgir herramientas ex profeso para ello. Revue (comprada por Twitter y sepultada por Elon Musk) fue de las primeras. Substack, su gran rival entonces, se ha quedado con gran parte del mercado y es la opción más evidente para empezar.

Hay más y las veremos dentro de dos correos, no te preocupes.

Hoy, aunque aún queda camino por recorrer, las newsletters de pago están a la orden del día, y para mí son una de las mejores opciones de monetización para alguien que crea escribiendo por numerosos motivos:

  • Te permite crear un hábito de escritura
  • Al ser de pago, el compromiso que estableces con tus lectores te pone difícil fallar
  • El propio canal de la newsletter te hace que empieces a generar una audiencia y unos lectores propios, frente a la dependencia del algoritmo de las redes sociales.
  • Es, además, un pequeño refugio en el bombardeo de contenidos actual: tanto tu lector como tú salís de la trinchera de las redes sociales y los impactos continuos para daros un espacio que entendéis como compartido (eso sí, eso hace que tu responsabilidad como autor crezca)
  • Al ser un contenido recurrente, te permite experimentar y conocer con qué formatos y temas conectas más con tus suscriptores y también cuáles disfrutas más
  • El modelo de suscripción te permite tener unos ingresos previsibles y recurrentes, algo no del todo común en el mundo online (y desde luego algo nada común en la vida de los escritores a lo largo de toda la historia)
  • El propio formato te permite reaprovechar contenido para otros espacios: publicar un libro recopilando newsletters, publicar en redes aprovechando ideas o fragmentos…
  • Es escalable: El dinero que puedes ganar no va ligado a cuanto trabajas. Te da lo mismo que estén suscritas 10 personas que 100 o 1.000. Escribirás lo mismo sea cual sea el número de lectores de pago, pero ganarás más cuanta más gente esté dentro.
  • Y es muy fácil arrancar ahora mismo: Substack te permite ponerte en marcha en menos de 5 minutos (al menos técnicamente, a nivel estratégico, en lo que ahondaremos en este minicurso, hay que trabajar un poco más)

¿De qué escribir en tu newsletter (y más si es de pago)?

Aquí hay voces que te dirán que de algo monetizable y que tenga interés para un público concreto. Y tendrán razón. Pero como creo y he visto que gran parte de los problemas de los autores de newsletters pasan por la falta de consistencia, mi conclusión por aquí va por otro lado.

Escribe y publica sobre aquello de lo que pudieras escribir y publicar toda la vida.

Si es un tema concreto, funcionará mejor.
Si es para un público concreto, todavía más.
Si solucionas un problema que duela a esas personas, estupendo.

Pero, sobre todo, escribe de algo que domines y disfrutes.

Sé que lo de disfrutar lo tienes muy claro, y que lo de dominar te puede dar más vértigo. De eso hablaremos en el próximo correo.

En mi caso, cuando arranqué Escribe PRO, lo hice tras dar muchas vueltas. Había iniciado muchos proyectos. Todos de temas que me interesaban (y lo siguen haciendo) pero que no habían sido un leitmotiv constante en mi vida.

  • Escribí y creé un proyecto internet sobre NBA, que me encantaba y me sigue gustando
  • Escribí y creé un proyecto internet sobre animales y sostenibilidad, que es una de las causas que defiendo
  • Escribí y creé un proyecto internet sobre economía digital y tecnología, que es un tema que me apasiona y me da de comer.
  • Escribí y creé un proyecto internet sobre cine, superhéroes y cómics, porque soy un friki ilustrado.

Al final, aunque me costó, fue evidente para mí darme cuenta del común denominador de todos esos intentos.

Y creé un proyecto sobre escribir y crear en el entorno digital.
Así nació la idea de esta newsletter, Escribe PRO, cuya propuesta no obstante se ha modulado con el tiempo y creo que es bueno que sea así.

Toma este consejo o no, pero te diría que escojas un tema que no se suba a tendencias, sino que sea algo que pueda crecer contigo.

¿Hace falta muchos suscriptores para arrancar? O cómo saber cuándo tirarse a la piscina

Como te conté en el mail anterior, yo tenía 133 suscriptores en mi newsletter gratuita cuando lancé presenté la opción de pago, y 12 personas dieron el paso de forma inicial.

Eran datos muy pequeños.

Eso sí, contaba con cierta trayectoria y un canal de captación de nuevos interesados: en ese momento era Twitter, donde contaba con algo más de 6.000 seguidores y publicaba hilos que, en esa época, tenían una repercusión que no estaba mal para mi perfil.

A lo que voy: lanzar una newsletter de pago sin una audiencia previa, que preferiblemente esté ya recibiendo una newsletter gratuita de tu parte, es un movimiento que calificaría como atrevido.

Mi recomendación es que construyas una audiencia, experimentes, valores qué puedes ofrecerles que sea sugerente y, entonces, lanzarte.

¿Qué prefieres partir con el marcador a 0? Perfecto, pero ten paciencia y prioriza en ese caso siempre la captación de suscriptores en abierto.

El periodo de test, el botón de vuelta atrás y la trampa del substackero emocionado

Una newsletter de pago se ofrece (salvo contadas excepciones) bajo una suscripción que suele ser mensual o anual. Substack obliga por ejemplo que ofrezcas las dos.

Eso es un problema por el siguiente motivo:

Pongamos que se suscriben 5 personas a tu newsletter con la opción anual…

Enhorabuena, acabas de conseguir tus primeros subs de pago y también el compromiso de tener que publicar durante un año sin saber si tu newsletter como negocio va a crecer al ritmo esperado.

Es lo que yo llamo la trampa del substackero emocionado: esa persona que se abre un Substack y, del tirón, activa los pagos sin saber qué va a publicar, cuándo ni sobre qué.

Por eso es importante tener mecanismos de prueba.

Mi consejo es que te des al menos 6 meses. Si ves que no tira, la mayoría de plataformas te permitirán hacer una devolución parcial del dinero o pausar la suscripción (Substack deja hacer ambas cosas).

Pero prueba esos 6 meses de forma intensa, teniendo clara bien tu estrategia y respondiendo antes preguntas como:

  • ¿Qué contenido de pago voy a escribir y en qué se va a diferenciar del contenido en abierto?
  • ¿Con qué frecuencia voy a enviar cada una de las ediciones?
  • ¿Cómo voy a conseguir nuevos suscriptores en abierto?
  • ¿Cómo voy a intentar que transiten de la suscripción en abierto a la de pago?

Todas son preguntas que veremos cómo responder en próximos ertículos.

En el siguiente, en concreto, hablaremos de por qué hay gente mucho menos preparada que tú a la que le va bien escribiendo en internet y por qué a ti no.

Hablaremos de la mentalidad necesaria para ofrecer una newsletter de pago.

Nos escribimos.

Víctor

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