Journaling, otra forma de capturar

«Puedo recapturar todo cuando escribo, mis pensamientos, mis ideales y mis fantasías». — Ana Frank

Hemos visto cómo capturar es la primera fase que necesitas llevar a cabo para ganar control en tu vida.

Se trata de un comportamiento que, llevado a cabo de una manera habitual, te permite tomar conciencia real sobre qué cosas te preocupan y son importantes para ti en todas las facetas de tu vida, y, en su lado práctico, generar una lista o inventario de tus compromisos pendientes, internos o externos, grandes o pequeños, personales o profesionales.

Una forma adicional de adquirir mayor conciencia y de mejorar ese control podría ser haciendo lo que los anglosajones llaman journaling. Se trata de llevar una especie de diario, un diálogo escrito contigo mismo, en el que anotas tus pensamientos, sentimientos, ideas, observaciones, deseos, miedos, experiencias, en fin, lo que te apetezca.

No es algo que esté “incluido” en la metodología GTD pero David Allen, su creador, lo recomienda totalmente. Es una forma indirecta de activar tu conciencia. Además, la humanidad lleva haciéndolo miles de años y, aunque sea sólo por eso, deberías considerarlo.

Los psicólogos también lo recomiendan como una actividad para mejorar la salud mental, ya que ayuda a tratar el estrés y la ansiedad, pero también para conocerte mejor a ti mismo y ver las cosas con más claridad. A veces, determinados aspectos de la vida sólo se manifiestan cuando somos capaces de entrar en un modo más reflexivo e íntimo.

El journaling no tiene un formato ni una temática predefinida. Un día puedes escribir sobre un pensamiento que te preocupa, otro día sobre lo que te ha pasado, y otro día puedes escribir una lista de objetivos para el próximo año. Escribe sobre lo que venga a tu mente, rápido y sin pensar demasiado, si quieres acceder a lo que yace en tu subconsciente. El nivel de reflexión o intimidad puede variar de un día para otro.

Tampoco ha de ser exactamente una actividad diaria. Un día puedes escribir un par de veces en él, y otro día puedes no escribir nada. Lo importante es que haya una regularidad, un hábito.

Puedes utilizar una libreta, tu ordenador o incluso alguna app, pero la escritura en papel tiene algunos beneficios que la hacen recomendable en este tipo de actividad.

En definitiva, un diario es una herramienta de facilita la gestión y mejora personal por varios motivos:

  • Ayuda a gestionar el estrés
  • Ayuda a conocerte mejor
  • Ayuda a expresarte mejor
  • Ayuda a gestionar tus emociones
  • Ayuda a identificar pensamientos y comportamientos negativos
  • Ayuda a reforzar la memoria
  • Ayuda a priorizar problemas, miedos y preocupaciones

Escribir de esta manera te da el poder de la observación, la capacidad de notar y sentir qué está pasando. Y cuando eres más consciente de tus patrones de pensamiento y comportamiento, es más fácil que tomes las decisiones más adecuadas respecto a tus prioridades.

Francisco Sáez

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